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Tras su triunfo en Cannes, se estrena "Luz silenciosa", de Carlos Reygadas

EFE

Después de varios años trabajando para la Comisión Europea, el mexicano Carlos Reygadas vive una segunda juventud reconvertido en uno de los directores de cine más originales de su generación, tal y como demuestra en su nueva cinta, "Luz Silenciosa", que llega a los cines este viernes.

"Luz silenciosa", que está protagonizada por miembros reales de la comunidad menonita del norte de México -una sociedad puritana y pacifista de origen europeo que vive en condiciones similares a los amish de Estados Unidos-, le valió a Reygadas el Premio del Jurado de la última edición del Festival de Cannes, un galardón que "agradece" pero que, en realidad, no le "interesa", según reconoce el director en una entrevista con Efe desde Ciudad de México.

"Hoy en día hay demasiada obsesión por los premios, y para mí lo interesante de hacer cine es poder materializar una visión que tienes en tu cabeza y que necesitas expresar y compartir", explica Reygadas, quien debutó como cineasta en 2002, cuando tenía 31 años, con el largometraje "Japón".

En este aspecto Reygadas se compara con el director español Santiago Segura, ya que, según afirma, ambos tienen una necesidad muy fuerte "de compartir emociones y pensamientos con otros".

"Cuando ves 'Torrente, el brazo tonto de la ley' estás percibiendo el mundo tal y como lo siente Santiago Segura, algo que yo siempre aprecio en la creación, porque eso significa que puedes entrar en el cuerpo y el alma de otro ser humano", afirma Reygadas.

Con "Luz silenciosa" el director mexicano se propuso contar "la historia de un hombre que hace daño a la persona que más quiere y que a la vez se está haciendo mucho daño a sí mismo", un filme que quien mejor podía interpretarlo era, en su opinión, actores no profesionales y, en concreto, de la comunidad menonita, ya que en esta sociedad encontró "arquetipos".

"En la sociedad menonita no existen clases, ni obsesión por la belleza física, el poder o el dinero, lo que me permitió contar una historia lo más abstracta posible, como en los cuentos, en los que sólo se representan los arquetipos: existe un padre, una madre, pero no se habla de cómo son, ni son diferentes en su manera de hablar ni de vestir", explica el director.

Además "Luz silenciosa" tiene su parte de documental, ya que en ella Reygadas retrata a una comunidad de personas "muy trabajadoras" ajenas al mundo "desarrollado" pero que tienen "empresas muy eficientes", lo que le lleva a reflexionar sobre cómo a veces "las políticas de un gobierno tienen muy poco que ver con el desarrollo, y cómo los valores familiares y sociales es lo que más cuenta".

"Cuando llegas a la zona en la que viven los menonitas, de repente parece que estás en Estados Unidos, mientras que al lado ves a campesinos mexicanos que tienen muchas más tierras y ayudas del gobierno, pero viven de una forma mucho más pobre", afirma Reygadas.

Sin embargo, trabajar con menonitas también acarrea sus problemas, algunos de los cuales comenzaron ya antes del rodaje, cuando Reygadas tuvo que buscar a las dos mujeres que iban a protagonizar "Luz silenciosa".

"La mayor parte de las mujeres menonitas no pueden dejar tres meses sus casas porque tienen que cuidar a sus hijos y dedicarse a sus labores". Una vez escogidas, tampoco fue fácil explicar a los protagonistas, personas de una educación tremendamente puritana, que una de las escenas de la película era de carácter sexual.

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