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Las tropas en estado de alerta tras la matanza de 24 personas en el sur de Filipinas

EFE

Las fuerzas de seguridad están hoy en máxima alerta, una vez entrado en vigor el estado de excepción, en el sur de Filipinas por la matanza de al menos 24 personas perpetrada por el clan que con las armas y la venia del Gobierno de Manila domina gran parte de la explosiva provincia.

El Ejército y Policía han reforzado su presencia en las vecinas provincias de Maguindanao y Sultan Kudarat, así como en la ciudad de Cotabato, al sur de la isla de Mindanao, y feudos de los dos clanes cuya rivalidad amenaza con desatar una espiral de violencia.

Mientras que el clan de los Ampatuans, aliado del Gobierno de la presidenta Gloria Macapagal Arroyo, controla Maguindanao, el de los Mangudadatu, es fuerte en la Sultan Kudarat.

En las dos provincias del sur de Mindanao y en Cotabato, en las rige desde ayer el estado de excepción, las fuerzas de seguridad han establecido controles en las carreteras, buscan armas e investigar el paradero de más de una decena de personas del grupo de entre 30 y 50 que fueron secuestradas por hombres armados del clan de los Ampatuans.

El portavoz de la Policía Nacional, Leonardo Espina, indicó que el director general del cuerpo, Jesús Verzosa, ha viajado a la provincia de Maguindanao para supervisar las operaciones, incluida las dirigidas a capturar a los responsables de la matanza.

Cerca de un centenar de hombres armados secuestraron al grupo de personas -entre ellas abogados de derechos humanos y a una decena de periodistas- que acudían a la oficina regional de la Comisión Electoral a la presentación de la candidatura a gobernador de Ismael Mangudadatu, para los comicios previstos para mayo del año próximo.

Poco después de la matanza, soldados del Ejército localizaron un total de 21 cadáveres decapitados, y varias horas después otros tres en un lugar próximo.

Ismael Mangudadatu, cuya esposa fue asesinada junto a otros miembros de la misma familia, dijo a una radio local, que cuatro personas sobrevivieron a la matanza y que se encontraban bajo su cuidado.

Los Mangudadatun responsabilizan de la matanza al clan rival que encabeza el actual gobernador Andal Ampatuan, conocido en Maguindanao como "El Padrino" y cuyo hijo Unsay estuvo al mando de la operación de secuestro, según señaló el teniente coronel Romeo Brawner, portavoz del Ejército filipino

Desde hace años, los clanes Ampatuan y Mangudadatu están enzarzados en una disputa en la que hasta ahora casi siempre se ha impuesto la familia del gobernador, que tiene cuatro mujeres en su calidad de "datu" o jefe tribal musulmán.

Su rival, Ismael Mangudadatu desempeña el cargo de vicealcalde de la población de Buluan, cuyo regidor es Unsay Ampatuan, uno de los treinta vástagos del "capo" provincial, que controla por medio de hijos o nietos 18 de los 22 municipios.

Sucesos de este tipo son muy habituales en Filipinas, donde las disputas políticas se solucionan a tiros y los responsables suelen eludir la acción de la justicia, particularmente en las provincias más pobres.

El sur de Mindanao, dominado por sultanatos musulmanes malayos hasta la llegada de los colonizadores españoles, es una de las zonas más peligrosas de Asia por la proliferación de armas, asesinatos por encargo y secuestros llevados a cabo tanto por rebeldes comunistas e islámicos como por bandas criminales a sueldo.

La violencia se percibe que incrementará a medida que se acerque la fecha de los comicios legislativos de mayo de 2010, cuya campaña no arranca oficialmente hasta marzo aunque el plazo límite para remitir la documentación de los aspirantes a cargos regionales y municipales termina a finales de mes.

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