La Unión Europea (UE) ha endurecido hoy sus sanciones contra el régimen sirio de Bachar al Asad en respuesta a la represión contra la población y ha llamado a la comunidad internacional a actuar en el marco del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para presionar a Damasco.

Los ministros de Exteriores de los Veintisiete han acordado prohibir los viajes a Europa y bloquear fondos a otras 18 personas próximas al Gobierno sirio, cuyas identidades serán publicadas mañana cuando la decisión aparezca en el Diario Oficial de la UE.

Estos nombres se suman a otros 56 individuos y 19 entidades que ya habían sido sancionados previamente.

Además, los ministros han aprobado la supresión de créditos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) a proyectos vinculados al régimen, todo con el fin de seguir incrementando la presión que ya se había iniciado con otras medidas como un embargo a las importaciones de petróleo.

Los Veintisiete han dejado claro que continuarán endureciendo sus sanciones mientras no se detenga la represión.

"Es muy importante que en la Unión Europea consideremos medidas para añadir más presión sobre el régimen de Asad para que detenga la inaceptable violencia contra el pueblo de Siria", indicó a su llegada a la reunión el ministro británico, William Hague.

Los Veintisiete han apoyado además el papel de la Liga Árabe y han expresado su satisfacción por el protagonismo que ha asumido la organización, que ha suspendido la participación de Siria en su seno.

"La Unión Europea da la bienvenida a los esfuerzos de la Liga Árabe para detener la violencia y lograr la transición democrática que el pueblo sirio ha demandado valientemente en los últimos ocho meses", han indicado los ministros en un texto aprobado hoy.

"Hemos sido muy claros sobre lo que debe pasar en Siria y espero que el presidente Asad finalmente escuche", había indicado en declaraciones a los periodistas la jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton, a su llegada al encuentro.

Por su parte, el ministro francés, Alain Juppé, subrayó la necesidad de encontrar una fórmula para proteger a la población civil de la represión por parte del gobierno.

Europa, sin embargo, ha descartado cualquier intervención militar y ha dejado claro que no se pueden hacer paralelismos con lo ocurrido este año en Libia.

"No creo que sea la misma situación, no hay dos países iguales", explicó Ashton, mientras que el ministro holandés, Uri Rosenthal, aseguró que hoy por hoy no es "apropiado pensar en una intervención militar".

Hague, por su parte, consideró que la UE no puede hacer nada para proteger "directamente" a los civiles, al recordar la ausencia de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que a su juicio convierte la situación en Siria en "mucho más compleja" de lo que era en Libia.

Tanto el ministro británico como el francés confiaron en que finalmente la ONU logre un acuerdo para tratar de frenar la violencia, iniciativa que por ahora han bloqueado Rusia y China.

"La Unión Europea continuará presionando para una acción contundente de la ONU que aumente la presión internacional y urge a todos los miembros del Consejo de Seguridad a asumir sus responsabilidades en relación con la situación en Siria", señala el texto de conclusiones aprobado por los Veintisiete.

Además, la UE expresa en ese documento su disposición a cooperar con el Consejo Nacional Sirio, plataforma que reúne a la oposición, y subraya que apoya sus manifestaciones pacíficas en favor de la libertad y la dignidad y compromiso con el estado de derecho y los derechos humanos.