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La UE tenderá la mano a la integración europea de Kosovo y Serbia

EFE

La UE ha asumido junto a la OTAN la responsabilidad de garantizar la paz y el estado de derecho en Kosovo a través de una misión civil, siempre con la perspectiva de una futura adhesión tanto del nuevo estado como de Serbia que acabe con la histórica inestabilidad de los Balcanes.

Los ministros de Asuntos Exteriores de los Veintisiete darán mañana desde Bruselas una primera respuesta política a la declaración unilateral de independencia de Pristina prevista para esta tarde.

La Presidencia eslovena de turno ha pospuesto la reacción de la UE a este acontecimiento a la celebración del Consejo de Ministros, mientras que el Reino Unido, Francia, Italia y Alemania tienen previsto coordinar su reconocimiento al nuevo estado tras la reunión de mañana, según fuentes británicas.

En torno a una veintena de miembros están dispuestos a establecer relaciones diplomáticas con el nuevo estado de forma inmediata, pero España, Rumanía, Eslovaquia, Chipre y Grecia han adelantado que pospondrán la respuesta de sus respectivos gobiernos.

Madrid es contraria a la independencia unilateral, pero trabaja para que la UE alcance una postura "común y activa" en el futuro de Kosovo, según la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega.

La "perspectiva europea" de todos los Balcanes es un elemento central de la política exterior de la Unión.

El Reino Unido va a proponer mañana que se inste a la Comisión Europea a iniciar negociaciones con Kosovo para la firma de un Acuerdo de Estabilización y Asociación (AEA), considerado la antesala de la entrada en la UE, pero no hay unanimidad en torno a esta decisión.

Con unas condiciones económicas y políticas mucho más cercanas a los estándares europeos que las de Kosovo, Serbia ya ha cumplido las condiciones técnicas para el AEA, pero no ha podido firmarlo debido a la reticencia de Holanda a dar su plácet hasta que se entregue a los presuntos criminales de guerra serbobosnios Ratko Mladic y Radovan Karadzic.

Para facilitar una victoria del europeísta Borís Tadic frente al ultranacionalista y pro ruso Tomislav Nikolic en las elecciones presidenciales del pasado 3 de febrero, la Unión propuso un acuerdo político interino a Belgrado hasta la firma del AEA.

Sin embargo el primer ministro y socio de Gobierno de Tadic, Voslislav Kostunica, se negó a autorizar un acercamiento a Bruselas mientras ésta tutela la independencia de Kosovo.

La UE no espera una respuesta radical de Serbia, con medidas como cortes de suministro eléctrico que afectarían a las exportaciones a Grecia que pasan por el enclave.

Serbia y Rusia consideraron ayer "una vergüenza" que la UE haya dado luz verde al envío de 2.000 policías y funcionarios judiciales a Kosovo, porque lo interpretan como un reconocimiento del nuevo estado.

Bruselas diferencia ambas cuestiones y recuerda que el objetivo de la misión, que sustituye a la emprendida por la ONU, es "asistir a las instituciones kosovares, a las autoridades judiciales y a las agencias del orden público en su camino hacia la sostenibilidad y la responsabilidad".

El general francés Yves de Kermabon será el encargado de dirigir la operación, mientras que los Veintisiete han nombrado al diplomático holandés Pieter Feith representante especial de la UE en Kosovo, para que se ocupe de la vertiente política de la presencia europea en la zona.

La seguridad en Kosovo estará garantizada por los 16.500 soldados de la Alianza Atlántica, desplegados en el territorio bajo mando de la KFOR, que se mantendrán con una misión estrictamente militar.

"Estamos allí para proporcionar seguridad y libertad de movimientos, y para ello es importante que demos la apariencia de neutralidad", defendió en el último Consejo de ministros de Defensa de la OTAN, celebrado en Vilna, el titular español, José Antonio Alonso.

En paralelo a la misión policial y a las gestiones políticas, la UE tiene previsto continuar su asistencia económica a Kosovo.

Hasta la fecha, Europa ha aportado alrededor de 1.800 millones de euros para fortalecer las instituciones, promover el desarrollo socioeconómico y avanzar en la integración regional de Kosovo, según datos de la Comisión Europea, institución a través de la que se canaliza la mayor parte de esta ayuda.

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