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La unión de los europeos tranquiliza los mercados

Las primas de riesgo de Irlanda y de España registraron un gran descenso tras el comunicado de apoyo de los países de la UE

P. BLÁZQUEZ / V. ZAFRA

El comunicado conjunto del G-20 tuvo el efecto esperado por los políticos. Las tensiones en el mercado de deuda pública se calmaron por fin tras una semana de infarto nada más conocer que los principales países de la Unión Europea, presentes en la reunión del G-20 en Seúl, apoyan entregar ayudas a Irlanda, en caso de que lo necesite, y confirmar que los inversores privados no saldrán perjudicados.

El riesgo país de Irlanda, Grecia, Portugal y España, que amaneció marcando máximos históricos, se desinfló en cuanto se hizo público el comunicado. Especialmente brusca fue la caída de la prima de Irlanda, bajó 83 puntos, una caída récord, hasta 563 puntos. También fue fuerte la corrección en el caso español: el diferencial del bono español con el alemán cerró en 202 puntos básicos, 18 por debajo del jueves y muy lejos de los 226 puntos del principio del día.

El diferencial de Irlanda desciende 83 puntos en un solo día, un récord

La firmeza de Dublín al asegurar que no pedirá ayudas porque puede valerse por sí mismo fue otro de los argumentos que afianzaron la mayor tranquilidad de los inversores. 'La realidad es que no había motivos reales para los ataques de esta semana a Irlanda. Irlanda está haciendo sus deberes y España no tiene ningún problema (de financiación) en 2010', según Luis Peralta, gestor de GVC Gaesco.

Una vez exprimido el efecto de las inyecciones financieras de la Reserva Federal de EEUU la semana pasada, los especuladores necesitaban un nuevo foco para hacer beneficios. Y los problemas de Irlanda, unidos a la incertidumbre que está generando Alemania sobre el rescate, lo pusieron fácil. Los grandes inversores, como los fondos de pensiones, decidieron reducir su exposición a ese país y también a otros de la periferia, como España e Italia, que, al ser mucho más líquidos, facilitan los movimientos de compraventa, asegura José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. A pesar de las explicaciones de los expertos, el presidente del PP, Mariano Rajoy, aprovechó ayer para dar más excusas a los especuladores. 'El Gobierno español no da la talla, tiene un problema de incompetencia', aseguró al referirse a la escalada del diferencial con Alemania. 'A España le cuesta más refinanciar su deuda y el crédito es más caro. Y una sociedad sin crédito está condenada a pasarlo muy mal porque no hay inversión, y sin inversión, no hay empleo', incidió.

Préstamos del BCE

La banca española reduce un 30% su dependencia de los préstamos del BCE

Frente a la opinión de Rajoy, ayer se conoció que los bancos españoles han reducido sus peticiones de préstamos al Banco Central Europeo (BCE) hasta el nivel más bajo desde hace año y medio, 67.947 millones, frente a los más de 130.000 millones que habían solicitado en julio. En un solo mes redujeron su dependencia de la ventanilla del BCE en 30.000 millones (un 30%) y ahora representan el 17% del total de créditos concedidos a los bancos de la zona euro, cuando en verano llegaron al 29%. Tras la publicación de los test de estrés a final de julio, la banca española ha logrado abrir ligeramente el mercado (cerrado a cal y canto en los meses anteriores) y ha captado más de 25.000 millones. Además, en este periodo, las principales entidades españolas se han unido a las cámaras de compensación europeas, que facilitan el acceso al crédito a largo plazo y lo dan más barato que el BCE. 'Pero esto no significa que los problemas hayan terminado. El mes que viene volverá a aumentar la petición de préstamos, porque tras el susto de la última semana han vuelto los problemas', advierte Díez, que descarta que las tensiones vuelvan al nivel de mayo. 'Los bancos y el Estado han hecho de hormiguitas guardando para cuando no haya. El Tesoro ha captado ya dos tercios de sus necesidades de financiación para 2011', asegura.

 

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