Como era de esperar, la rebaja de Moody's a la calificación de la deuda española ha generado reacciones encontradas entre el Gobierno y la oposición. Nada más conocer la noticia, Mariano Rajoy, dijo que la decisión de Moody's confirma que el Gobierno es 'incapaz' de generar confianza.

En un acto en el Fórum Europa, el presidente del PP insistió en reclamar un adelanto electoral al asegurar que 'la estrategia del Gobierno de España, simplemente, ha fallecido' y que 'hay mucha gente' que piensa que 'a esta legislatura le sobra un año'.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, también reaccionó pero en sentido contrario: espera que Moody's devuelva a España 'la nota que nunca la debió quitar'.

En declaraciones a la cadena SER recogidas por Europa Press, la vicepresidenta dijo: 'Las agencias de calificación funcionan como funcionan, no siempre han acertado'. Posteriormente destacó la valoración 'muy positiva' que hace Moody's de las medidas de ajuste fiscal adoptadas por el Gobierno.

El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, también opinó sobre la cuestión: dijo que los argumentos esgrimidos por la agencia de medición de riesgos Moody's son 'demasiado pesimistas' al estimar un crecimiento del PIB para el año que viene del 1%.

En declaraciones a EFE, Campa aseguró que la agencia de medición de riesgos basa su informe en estimaciones a muy largo plazo que no coinciden con las del Gobierno, menos pesimistas, aunque indica que el mismo documento reconoce que las medidas que se han adoptado en España para atajar el déficit y reducir el gasto público son las adecuadas.

No hay duda, prosigue el secretario de Estado, de que el proceso no ha terminado y de que aún quedan medidas que implantar, algo que recuerda el informe de Moody's y que el Gobierno tiene intención de hacer.

Según Campa, para lograr situar el déficit público español en el 3% en el año 2013 será preciso tomar, en los próximos dos años, medidas adicionales a las que ya se han puesto en marcha.