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Veinte detenidos por distribuir dinero falsificado por la mafia calabresa

EFE

La Guardia Civil ha detenido en Alicante, Valencia, Murcia, Málaga, Almería y Lugo a veinte personas acusadas de pertenecer a una red internacional dedicada a la distribución en España, Portugal y el norte de África de dinero falsificado por la 'Ndrangueta', la mafia calabresa.

Según informa el instituto armado, en la operación "Margarita-Kuskus", desarrollado en colaboración con Europol, se han intervenido 150.000 euros falsos en billetes de 20 y de 50 "de gran calidad" que iban a ser distribuidos en España.

La investigación se inició a finales de 2007, cuando se detectó un incremento de billetes falsos en el circuito legal, que eran distribuidos en las provincias de Alicante y Lugo a través de mercadillos y establecimientos comerciales en los que los integrantes de la red realizaban compras por pequeños importes para conseguir el mayor cambio posible de dinero legal.

Uno de los distribuidores arrestados, vecino de Torrevieja (Alicante) y con doble nacionalidad marroquí-española, ejercía funciones de intérprete judicial, y se le imputa un delito de revelación de secretos por facilitar a la organización datos de los procedimientos en curso contra sus miembros.

A finales del pasado mes de octubre, el responsable de la red se trasladó a Italia para comprar una importante partida de dinero falso, y a su vuelta fue interceptado por la Guardia Civil en un peaje de la autopista AP-7 en Valencia, interviniéndole en el interior de la rueda de repuesto del vehículo seis fajos de billetes de 20.000 euros cada uno en billetes de 20 euros.

Periódicamente, miembros de la organización viajaban a Italia para comprar a la mafia calabresa el dinero falso, que luego transportaban hasta España en vehículos particulares escondido en habitáculos preparados al efecto.

Una vez que el dinero se encontraba en España era guardado en varios pisos francos ubicados entre las localidades de Callosa del Segura y Redovan en Alicante, desde los que se procedía a su distribución tanto en España como en Portugal y el norte de África.

Para ello, la organización contaba con una red de colaboradores que compraban el dinero falso por un precio que oscilaba entre el 30 y 40 % del valor de los billetes.

Esas personas introducían los billetes en el circuito legal haciendo pequeñas compras en comercios y mercadillos, donde raramente era detectada la falsedad del mismo dada su gran calidad.

Por último, los cabecillas de la organización blanqueaban el dinero legal obtenido adquiriendo propiedades, vehículos y otros bienes que en ocasiones constaban a nombre de otros compatriotas para desviar la atención.

En la operación se ha practicado un registro domiciliario en Torrevieja (Alicante), donde residía el cabecilla de la red y donde se ha intervenido dinero en efectivo y numerosa documentación.

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