El pronóstico se cumplió y el mes pasado el mercado automovilístico se frenó tras el fin de las ayudas a la compra (el llamado Plan 2000E) y la subida del IVA en dos puntos. En julio pasado, se matricularon 82.167 turismos, un 24,1% menos que un año antes. Hay que remontarse hasta 1995 para encontrar un nivel de ventas tan bajo en ese mes. En julio de ese año se matricularon 73.873 vehículos, un 27,7% menos que un año antes, pese a que en ese momento sí existían incentivos (el llamado Plan Renove, que acabaría ese mismo mes).

El dato de julio pone fin a diez meses consecutivos de incrementos de ventas, en el que tradicionalmente ha sido el mejor mes para los fabricantes, gracias al verano, que incita a muchos usuarios a comprarse un coche nuevo. En julio, lo habitual es que el mercado supere las 100.000 unidades. El año pasado, por ejemplo, se matricularon 108.221 coches.

Julio acaba con diez meses consecutivos de incrementos de ventas

El dato de julio confirma la sospecha del adelanto de compras en junio para evitar el incremento fiscal y el fin de las ayudas. Así, la suma de las ventas de junio y julio es apenas un 0,6% inferior a la de esos dos meses en 2009, en los primeros momentos del Plan 2000E (se puso en marcha en mayo) También en junio pasado, el precio de los coches subió (un 2%) por primera vez en 18 meses, según datos de la patronal de los concesionarios, Faconauto.

El mes pasado, las ventas de coches cayeron en todas las comunidades autónomas, con dos excepciones: Canarias, que repuntó un 25% gracias a las compras de empresas dedicadas al alquiler de coches, y Madrid, que acapara un tercio del total nacional y avanzó un tímido 1%.

Esta comunidad todavía conserva su régimen de ayudas, que consiste en la rebaja del 20% en el Impuesto de Matriculación, independientemente del vehículo. El empuje de las empresas alquiladoras (con un repunte del 46,3% en julio y del 73,3% en lo que llevamos de 2010) ha impedido una caída mensual peor.

El sector quiere más ayudas para evitar un 'cambio de tendencia'

Todo el sector coincide en señalar que, de aquí a diciembre, el aumento de ventas acumulado en el primer semestre (de un 26,8%) gracias a las ayudas de fabricantes y Administración se evaporará y el mercado acabará el año en negativo, tras un 2009 en el que las matriculaciones ya cayeron un 17,9%, hasta 952.772 unidades, el peor resultado en 15 años.

Las patronales de fabricantes (Anfac), importadores (Aniacam) y concesionarios (Faconauto) reclaman al Ministerio de Industria que no ponga fin a las ayudas públicas y piden que se mantengan hasta final de año. Ya el jueves pasado, el sector, que avisó que el dato de julio supondría un cambio de tendencia, subrayó su 'crítica situación', anticipó una caída del 50% en el segmento de particulares en julio (finalmente, ha sido del 45,7%) y reclamó una reunión 'urgente' con el titular de Industria, Miguel Sebastián.

El ministro se mostró dispuesto a reunirse de forma inmediata, pero problemas de agenda del presidente de Anfac y de Seat, Francisco Javier García Sanz (que estaba de viaje en Alemania) impidieron el encuentro. Previsiblemente, este se celebrará en septiembre, a la vuelta de las vacaciones.

En cualquier caso, y a pesar de que Sebastián considera 'estratégico' el sector automovilístico (que exporta un 80% de su producción), no parece que el Gobierno, inmerso en un duro plan de ajuste presupuestario para reducir el déficit público, esté por la labor de resucitar el Plan 2000. El programa, que ya fue prorrogado en octubre pasado, ha costado a la Administración central unos 140 millones de euros desde que se puso en marcha, en mayo del año pasado.