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Venus repetirá final en Wimbledon contra su hermana tras vencer en 51 minutos a Safina

EFE

La estadounidense Venus Williams, defensora del título en el torneo de Wimbledon, aniquiló hoy, literalmente, a la rusa Dinara Safina, la primera favorita, a la que tumbó sin apenas inmutarse por 6-1 y 6-0 en menos de una hora (51 minutos) para meterse en otra final fratricida con su hermana pequeña, Serena.

La mayor de las "hermanísimas" del circuito exhibe este año un físico más estilizado que el de la "benjamina" del club, Serena, pero igualmente potente. Y hoy se vio de nuevo.

"Es un sueño hecho realidad estar aquí otra vez y poder defender el título", afirmaba una Venus visiblemente emocionada nada más terminar su encuentro en la pista Central.

Eso sí, pese a haber destrozado a la número 1, tuvo palabras de elogio hacia su rival, que abandonó la cancha abatida: "tiene muchísimo talento y es una jugadora muy valiente pero yo he podido mantenerme centrada y, además, tengo mucha experiencia aquí".

Energía, fuerza, "estrategia" -aunque "parezca que no", como decía el miércoles la propia jugadora- y visión de juego. Son las armas que maneja como pez en el agua la norteamericana, gran amante de la hierba británica, con la que está tan familiarizada y en la que hoy forzó una reedición de la final del 2008.

Su adversaria se lo puso en bandeja. Tanto poderío de Venus empequeñeció a la primera cabeza de serie, una jugadora que vuelve a quedarse sin "grande".

La "Catedral" iba con el oponente débil pero Safina ya no sabía cómo atacar a la norteamericana; cómo frenar tanto derroche de golpes ganadores y, sobre todo, como remontar el 1-6 que le asestó la tercera favorita en un primer parcial que dejó poco espacio a las dudas ante una pista que mostró, sorprendentemente, muchas butacas vacías.

A Venus no le costó prácticamente ningún esfuerzo encadenar 5 juegos a cero ante su oponente. Mal comienzo y presagio de la debacle que se le avecinaba a la moscovita.

Las armas de Safina, que resoplaba, que sufría, que se quedaba sin ideas, quedaban totalmente neutralizadas ante una Williams más arrolladora que nunca que se llevaba la primera manga en sólo 27 minutos. Increíble que esto fuera una semifinal de un Grand Slam.

Cualitativamente, no hubo color. Por 16 errores no forzados cometidos por la de Moscú, Venus incurría, tan sólo, en 1;

La norteamericana, que rubricó cinco saques directos y aprovechó sus cinco bolas de ruptura -la rusa perdió la única ocasión de la que dispuso-, avisó, también, en el segundo set. Llevaba el mismo camino y así lo dejó claro al quebrar en el primer juego el saque de su rival, cada vez más desesperada.

Con el 4-0 en contra, esta contienda empezaba a convertirse en una exhibición individual de la mayor de las Williams. Y la catástrofe continuaba. Venus volvía a romper el saque de la jugadora rusa y el marcador continuaba indicando el desastre para Safina con el 0-5 para rematar el choque con 6 juegos a cero. Este parcial, además, le llevó 3 minutos menos que el anterior.

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