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Un viaje en defensa de los indígenas

En el Día Mundial del Turismo, Survival International ofrece una lista de lugares para visitar que benefician a las comunidades indígenas y otros que deberían evitarse.

JOANNA EEDE

Somos humanos y, como tales, estamos en movimiento. Viajamos, como siempre hemos hecho. Viajar está firmemente inscrito en la psique humana: hace miles de años salimos de la sabana y migramos desde África al resto del mundo. En la actualidad el turismo es una de las mayores industrias del mundo occidental. Dejamos nuestros hogares para escalar montañas y caminar por la selva, para bailar en Cuba, atravesar a nado el Estrecho de Gibraltar, regatear en un zoco o tumbarnos en una playa.

De modo que viajamos para conocer, por placer, o en busca del saber; para aliviar el tedio de la rutina diaria y satisfacer las fantasías de nuestras mentes curiosas. Viajamos para agitar nuestras almas y aplacar esa ansiedad atávica que yace en nuestro interior. Ahora, por lo que parece, queremos aún más. Queremos ir más alto, más lejos, más salvajemente. Tal vez a medida que el mundo se hace cada vez más homogéneo y urbanizado la llamada de lo desconocido se hace cada vez más audible, y las razones para viajar a los lugares más remotos ganan más fuerza que nunca.

Pero es aquí donde el viaje ‘de aventura' se convierte en algo muy peligroso para los pueblos indígenas. Esos lugares remotos que anuncian las agencias de viajes, desde las verdes profundidades de la cuenca amazónica hasta el hielo azul del Ártico o las tierras altas de Papúa Occidental, a menudo son los hogares de dichos pueblos.

Los turistas que estén pensando en visitar zonas indígenas deben considerar los posibles efectos a largo plazo de su visita para los indígenas. El placer del viaje y del descubrimiento, la necesidad de 'encontrar la belleza', en palabras del escritor norteamericano Ralph Waldo Emerson, no es justificable asi pone a los indígenas en peligro.

Survival International ofrece una lista de lugares que visitar que benefician a las comunidades indígenas, y otros que deberían evitarse.

Puedes ir a:

Wayo África, Tanzania
En el norte de Tanzania, los cazadores-recolectores hadzabes aún viven en los bosques secos del remoto lago Eyasi. Las visitas guiadas a los hadzabes y sus tierras de Wayo África generan fondos que se destinan directamente a varios proyectos hadzabe. Uno de los días se pasa con los hombres hadzabes cazando y recolectando miel, y otro con las mujeres buscando tubérculos, raíces y bayas.

The Dqare Qare Game Farm, Botswana
Situada en el desierto del Kalahari, la ‘granja' de animales salvajes Dqae Qare, de 7.500 hectáreas, es propiedad de la gente de D'Kar, y el único espacio similar de Botsuana que pertenece a los bosquimanos. Genera empleos para las personas de la comunidad y contribuye a la preservación de la cultura y tradiciones bosquimanas. Más información:

Kawapi Lodge, Ecuador
El Kawapi Ecolodge and Reserva se encuentra en el territorio tradicional del pueblo indígena achuar, en la cuenca amazónica occidental, cerca de la frontera entre Ecuador y Perú. El alojamiento, que cuenta con 19 habitaciones, se construyó usando solo arquitectura achuar tradicional. Una pasarela de madera atraviesa la selva desde el río para llegar al hotel, no sin antes cruzar por encima de una laguna. Los grupos, pequeños, cuentan con un guía naturalista bilingüe y un guía achuar nativo.

Adjahdura Land, península de Yorke, Australia
Aboriginal Cultural Tours gestiona docenas de tours distintos, que incluyen algunos a las zonas muy poco conocidas de Adjahdura Land, en la península de Yorke. Las excursiones, de gran sensibilidad ecológica y cultural, ofrecen una oportunidad de vivir, hablar y caminar por la tierra con los descendientes directos de sus propietarios tradicionales. Más información:

Picnic con los penanes, Sarawak, Malasia
Los cazadores-recolectores penanes viven en las selvas del interior de Sarawak, en la parte malasia de la isla de Borneo. Aunque tradicionalmente han sido nómadas, la mayoría de los entre 10.000 y 12.000 penanes que quedan viven ahora en comunidades sedentarias, aunque siguen dependiendo de la selva para subsistir. Picnic con los penanes organiza viajes que permiten a los turistas vivir y desplazarse con los indígenas en la selva. La empresa es propiedad de los propios penanes, y todos los beneficios van directos a sus comunidades.

No vayas a:

Kalahari Plains Camp, Reserva de Caza del Kalahari Central, Botswana
El Kalahari Plains Camp, propiedad de la empresa turística Wilderness Safaris, se construyó sin antes consultar con los bosquimanos gana, en cuyas tierras ancestrales se encuentra el alojamiento, que abrió después de la firma de un contrato con el Gobierno de Botsuana, que está promoviendo la Reserva de Caza del Kalahari Central como destino turístico. Sin embargo, el contrato no reconoce el derecho de los bosquimanos a usar y ocupar sus territorios tradicionales, ni tiene en cuenta el hecho de que, mientras sus huéspedes usan agua para la piscina y las duchas, los indígenas bosquimanos tenían que caminar cientos de kilómetros para obtener agua, ya que el Gobierno les había prohibido usar su pozo desde 2002.

Expediciones 'Primer contacto', Papúa Occidental
Papúa es el hogar de 312 pueblos indígenas distintos, algunos de ellos no contactados. Todos los indígenas papúes han sufrido enormemente bajo la ocupación indonesia, que comenzó en 1963. Se organizan excursiones para encontrar a pueblos indígenas aislados en Papúa Occidental, Indonesia, en una zona en la que las tribus, supuestamente, 'no han tenido ningún contacto con el mundo exterior'. De ser esto cierto, podría tener consecuencias catastróficas. Más información: https://www.papua-adventures.com/first-contact.html.

* Joanna Eede es consultora editorial de Survival International y autora de Somos uno: un homenaje a los pueblos indígenas.

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