Japón puso fin el lunes a una serie de malas actuaciones para lograr una sorprendente victoria por 1-0 sobre Camerún, sumándose a Holanda como ganadores del Grupo E del Mundial de fútbol.

La derrota de Camerún fue otra decepción para África, que es sede del torneo por primera vez. Hasta ahora, Ghana es el único país del continente que ha ganado en la primera ronda de partidos de la competición que comenzó el viernes.

La acción sobre los terrenos de juego se produjeron después del primera dificultad seria para el Mundial que tuvieron lugar de madrugada, cuando policías antidisturbios usaron duras tácticas para dispersar a empleados de los estadios que se estaban manifestando como parte de una disputa salarial en la ciudad costera de Durban. Los manifestantes fueron acorralados en el centro de la ciudad y más tarde se dispersaron.

Los organizadores dijeron que hablarían urgentemente tanto con los trabajadores como con su compañía para solucionar la disputa, que ocurrió después de que Alemania goleara 4-0 a Australia en la tarde del domingo.

Aunque la violencia avergonzó a los organizadores, que han gastado miles de millones de dólares para evitar problemas en el torneo, no pareció arruinar el ambiente general de felicidad que rodeaba el primer Mundial de África.

HOLANDA NO LOGRA IMPRESIONAR

Los holandeses alcanzaron una cómoda victoria 2-0 sobre Dinamarca pero no lograron mostrar el fútbol emocionante y atacante por el cual son conocidos.

Se pusieron por delante gracias a un gol en propia meta de Simon Poulsen, cuyo cabezazo para alejar de la red un disparo holandés rebotó en la espalda del defensa danés Daniel Agger y entró a la red.

Dirk Kuyt anotó el segundo en los últimos minutos.

La sorpresa del día llegó de manos de Japón, cuyo pésimo rendimiento antes del Mundial había llevado a que se diera por supuesto que los asiáticos sería batidos fácilmente por los "leones indomables" del tres veces Jugador Africano del Año Samuel Eto'o.

Sin embargo, los africanos no se impusieron en el que se esperaba fuera su partido más fácil en el grupo, contra una selección que no había ganado nunca un partido en un Mundial salvo en 2002, cuando lo organizaron junto con Corea del Sur.

Camerún, considerado por muchos expertos como la mejor baza de África en el Mundial, fue un equipo desorganizado y no dio ocasiones a sus tres delanteros.

Japón, que solo había anotado un gol en sus últimos cinco partidos, entre ellos un 0-0 contra Zimbabue la semana pasada, se impuso gracias a un gol del atacante del CSKA de Moscú Keisuke Honda en el minuto 39.