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Vivir solo después de un infarto aumenta el riesgo de muerte

Reuters

Por Allison Bond

Vivir solo después de habertenido un infarto está asociado con un aumento del riesgo demorir en los siguientes cuatro años, según un estudio publicadoen American Journal of Cardiology.

Al año del infarto, ese riesgo fue casi el mismo en lospacientes que vivían solos o no. Pero a los cuatro años, fuecasi un 35 por ciento más alto en quienes vivían solos.

"El apoyo social deberían ser un punto importante aconsiderar después de un infarto", dijo Emily M. Bucholz,autora principal del estudio y alumna de la Escuela de Medicinade Yale.

En los pacientes sin sostén en el hogar, también se redujosignificativamente la calidad de vida al año del infarto.

Aunque el estudio no pudo probar que vivir solo acelerarala mortalidad, el equipo identificó diferencias entre lospacientes que vivían solos y los que convivían con familiares,como el género, la etnia, el estado civil y la compañía de unamascota.

Eso, según la doctora Sharonne Hayes, de la Clínica Mayo enRochester, Minnesota, es importante: esas diferencias puedeninfluir en el bienestar y el riesgo de morir.

"Existen diferencias fundamentales entre los pacientes queviven solos y los que conviven con la familia", dijo Hayes, queno participó del estudio. "Es como comparar manzanas connaranjas", añadió.

Por ejemplo: un tercio de los participantes que convivíacon otra persona tenía un peso saludable para su altura,comparado con apenas un quinto de los que vivían solos. Estosúltimos tendían también a ser mayores y eran dos veces máspropensos a fumar.

Tras considerar varios de esos factores, los autoreshallaron un aumento del riesgo de morir a los cuatro años delinfarto en el grupo de los pacientes que vivían solos.

"El estudio confirma que hay diferencias entre las personasque viven solas y las que no", dijo Hayes.

Algunos estudios habían hallado que una red social sólida,por ejemplo, influye positivamente en la salud; otrasinvestigaciones habían demostrado que tener una mascota tambiénprolonga la vida.

"Debería prestarse especial atención a asegurarse de quelos pacientes que viven solos reciban apoyo social adecuado dela familia, los amigos y los vecinos para su recuperación",sostuvo Bucholz.

Según Hayes, los profesionales que asisten pueden reducirlos riesgos de los pacientes que viven solos al proporcionarapoyo adicional o cuidados durante el seguimiento de quienesacaban de sufrir de un infarto.

Y los pacientes sin apoyo social deben ser proactivos en labúsqueda de conexiones con otros miembros de la comunidad, ellugar de trabajo o la iglesia.

FUENTE: American Journal of Cardiology, 28 de julio del2011

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