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La vuelta al mundo en globo desde Igualada

Ultramagic Balloons. 100 globos al año. Desde su fundación en 1983, la empresa ha fabricado casi 1.500 aerostatos. Cada uno cuesta entre 12.000 y 100.000 euros.

EDUARDO LÓPEZ-JAMAR

En el último campeonato del mundo de globos aerostáticos, celebrado en Austria en 2008, los tres primeros clasificados provenían de diferentes países, pero tenían algo en común: el globo que pilotaban era el modelo Racer de Ultramagic, una empresa con sede en Igualada (Barcelona) que, pese a su reducido tamaño, es una de las más importantes del sector a nivel mundial.

Detrás de Ultramagic se encuentra Josep María Lladó, un ingeniero aeronáutico de 54 años apasionado por las aventuras. Al terminar la facultad, decidió emular a los protagonistas de Cinco semanas en globo, la novela de Julio Verne, y recorrer el continente africano a vista de pájaro, desde la inigualable atalaya de un aerostato. 'No teníamos ni globo ni experiencia en pilotarlos', explica Lladó, 'de modo que nos dispusimos a fabricar nuestro propio aparato y a obtener la licencia necesaria'. Corría el año 80 y la piedra fundacional de Ultramagic ya estaba colocada.

La crisis se nota en los pedidos de empresas turísticas

La empresa comenzó su andadura oficialmente en 1983. Desde entonces, ha fabricado las barquillas, los quemadores y las velas (los tres componentes principales que conforman estos artefactos) de casi 1.500 globos alimentados por aire caliente, a una media de 100 al año, con las formas y tamaños (y precios) más inusitados. Así, de sus instalaciones del aeródromo de Igualada han salido ballenas, dragones, gorilas, botellas de champán 'El precio de un globo aerostático puede oscilar entre los 12.000 euros de un modelo individual', explica Lladó, 'hasta los más de 100.000 euros de un globo con capacidad para transportar a 24 personas'.

Batiendo marcas

La crisis no ha pasado de largo por la compañía, cuyos resultados dependen en gran medida de los pedidos de empresas alimentadas por turistas. Si en 2007 su facturación era de unos 4 millones de euros, las previsiones de crecimiento se truncaron el pasado ejercicio, con unos ingresos similares. 'Para este año la estimación es que bajemos un poco o bastante. Pero somos una empresa sólida', expresa Lladó.

Si de un modelo está especialmente orgulloso el fundador de Ultramagic, ése es, sin duda, el ya citado Racer, considerado uno de los mejores aparatos de competición. 'Permite elevarse y descender con más velocidad y menor deformación', detalla. 'Nos lo han copiado varias empresas, pero al ser los pioneros lo hemos ido mejorando gracias a los mejores pilotos del mundo'.

La actual apuesta de Ultramagic pasa por reducir el consumo de combustible al mínimo. Fruto de su investigación, en colaboración con la Universidad de Berlín, han desarrollado un nuevo tejido, Ecomagic, que precisa menos de la mitad de carburante que un dirigible normal. Aunque tiene desventajas, como 'su gran volumen y alto precio', según Lladó, ofrece grandes posibilidades, como una mayor autonomía de vuelo. En diciembre pasado, Ultramagic añadía otro récord a su colección: el británico Mark Shemilt batía la plusmarca mundial de duración de vuelo en un globo propulsado por aire caliente (7 horas y 32 minutos), gracias al Ecomagic.

 

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