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Trabajo y el Banco de España se enzarzan con los salarios

Gómez defiende el modelo actual que se liga a la previsión de IPC

B. CARREÑO

No por conocidas, las distantes posturas que mantiene el Banco de España y el Ministerio de Trabajo en materia laboral dejan de ser llamativas, sobre todo, cuando tocan temas tan sensibles como la formación de salarios. El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, salió ayer en defensa del modelo español de subida de salarios que se basa en tomar la previsión de inflación y también la productividad. Gómez cree que la actualización de los salarios tiene que 'estar en relación' con los precios de alguna forma y, en ese sentido, cree que tomar la inflación prevista como se hace en España 'es lo mejor'. El ministro subrayó además que no se pueden desvincular 'los salarios del poder adquisitivo'.

Gómez hizo estas declaraciones en un seminario organizado por Analistas Financieros Internacionales (AFI), donde una hora antes había intervenido el director general del servicio de estudios del Banco de España, José Malo de Molina, con una visión totalmente contraria. Para el Banco de España, esta práctica española de ligar precios y salarios supone un 'obstáculo' para la recuperación económica, e instó a los agentes sociales a cambiarlo en el nuevo modelo de negociación colectiva que se está discutiendo, ya que lo ve como una 'asignatura pendiente' en la reforma del mercado laboral.

Para el supervisor financiero, el sistema actual es un 'obstáculo'

Lo cierto es que ni dentro del Ministerio de Trabajo la opinión es unívoca, ya que el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, defendió en las mismas jornadas la necesidad de dar más importancia a los acuerdos salariales dentro de las empresas, teniendo en cuenta contrapartidas que no se podrían hacer de forma generalizada, como, por ejemplo, el mantenimiento del empleo.

En cualquier caso, Gómez cree que a España 'no le ha ido mal' con su sistema, y recordó que ahora también se toma en cuenta la productividad además del IPC. 'A partir de esas variables, sindicatos y empresarios han construido la norma', recordó.

Tradicionalmente, patronal y sindicatos han pactado en España que los salarios suban el IPC previsto, que se ha considerado el 2% del objetivo del Banco Central Europeo, más la productividad. Este último factor puede en ocasiones tener el efecto contrario que persigue el supervisor bancario, ya que si se reduce el empleo, como en esta crisis, sube la productividad aparente. Con todo, los sindicatos denuncian que lo que se pretende en último término es otro recorte de un derecho de los trabajadores.

Granado cree que el pacto de salarios debe hacerse a nivel empresarial

Los agentes sociales se reunieron ayer para cerrar el calendario de reuniones para la negociación colectiva, donde todavía no se hablará de salarios. En febrero se reunirán una vez a la semana y en marzo, hasta el 14, será bisemanal.

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