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Yemen rechaza que una comisión internacional investigue la represión

EFE

El Gobierno de Yemen rechazó hoy en el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas que una comisión internacional investigue los abusos cometidos en la represión de las manifestaciones que tienen lugar desde principios de año en ese país y reclaman reformas democráticas.

"Nos parece poco coherente", respondió el ministro yemení de Asuntos Exteriores, Abu Bekr Abdullah Al Qirbi, en su presentación en el CDH, que aborda hoy la situación en varios países donde han surgido movimientos ciudadanos democráticos que reclaman un cambio de régimen.

Como alternativa, propuso "impulsar el diálogo nacional para poner fin a la crisis y crear una comisión nacional independiente formada por todos los grupos políticos".

La creación de una comisión internacional independiente es una propuesta de una misión de la ONU que visitó Yemen recientemente para determinar la veracidad de las denuncias contra el Gobierno yemení por la represión violenta de las manifestaciones.

Esa misión presentó hoy en el CDH el resultado de su trabajo, en el que se confirma que las "protestas pacíficas que reclaman mayores reformas y el fin de la corrupción fueron sofocadas con el uso excesivo y desproporcionado de la fuerza letal por parte del Estado".

En ese sentido, sostiene que "cientos han sido asesinados y miles sufrieron heridas, incluso amputaciones".

La misión también corroboró que existen paralelamente grupos armados, algunos vinculados a la red terrorista Al Qaeda, que luchan por hacerse con el poder, lo que ha llevado a que el gobierno haya perdido "el control efectivo de partes del país y dentro de algunas ciudades importantes".

Asimismo, acusó a los que "intentan retener el poder" de buscar deliberadamente "castigar y causar un grave sufrimiento a la población civil cortándole el acceso a servicios básicos, como la electricidad, el combustible o el agua".

Al Qirbi respondió que "las denuncias de castigos colectivos no son razonables" y aseguró que, por el contrario, las autoridades se han apresurado a reparar las infraestructuras públicas dañadas en "actos de sabotaje".

El representante yemení dijo que su país necesita "apoyo internacional para combatir el extremismo", al tiempo que prometió que el objetivo de su gobierno es lograr "una transferencia pacífica del poder".

"Hay que comprender los hechos en su contexto y sin exagerarlos", declaró el ministro.

El presidente de Yemen, Ali Abdalá Saleh, se encuentra en Arabia Saudí, a donde viajó tras el atentado que sufrió a principios de junio.

Desde este país anunció la semana pasada que delegaba la autoridad en su vicepresidente para que negocie su retirada definitiva, lo que fue considerado como una treta por la oposición.

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