El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró el lunes que el candidato socialista a lehendakari, Patxi López, será coherente con sus compromisos electorales, mientras los partidos empezaron a mover ficha tras las elecciones autonómicas del domingo.

que podrían ser 25 -, aunque el ganador fue el Partido Nacionalista Vasco con 30.

López y el candidato peneuvista, el lehendakari Juan José Ibarretxe, han dejado claro que se consideran legitimados para ocupar la Lehendakaritza, por lo que se espera una difícil ronda de negociaciones que podría dar varias combinaciones de gobierno.

"Corresponde a las fuerzas políticas en Euskadi y en lo que afecta al Partido Socialista, a Patxi López, tomar las decisiones oportunas", dijo Zapatero en Madrid tras un foro con el presidente ruso, Dimitry Medvedev.

"Conozco bien a Patxi López y va a ser coherente con su compromiso expresado con los ciudadanos", agregó.

Por la mañana, el secretario de Organización socialista, José Blanco, manifestó que "estamos en condiciones de poder liderar un gobierno de cambio en solitario, en todo caso eso tendrá que ser (...) fruto de la expresión del diálogo que se establezca en los próximos días".

López se mostró el domingo por la noche "legitimado para liderar el cambio", y podría alcanzar la mayoría absoluta de 38 escaños si se aliara con los 13 del Partido Popular y con el conseguido por el partido de Rosa Díez, Unión Progreso y Democracia. Incluso podría prescindir de la antigua diputada socialista si el recuento del voto por correo le diera un escaño atribuido a Eusko Alkartasuna del que solo le separan ocho votos.

Desde el PP han mostrado su disposición a apoyar al candidato socialista.

"Si es cierto que no ha mentido, ahí estaremos nosotros para echar una mano", manifestó su líder en el País Vasco, Antonio Basagoiti.

EL PNV INICIA LA RONDA

Por su parte, el PNV, que sacó un escaño más que hace cuatro años, informó de que ya se ha puesto en contacto con todos los partidos para saber de su disposición a iniciar en breve un proceso de conversaciones que conduzcan a la constitución del Parlamento y del Gobierno y que empezarán por el PSE.

El objetivo del PNV es "propiciar un clima de entendimiento político (...) para que cuanto antes el legislativo y el ejecutivo de Euskadi se centren en abordar las prioridades que la sociedad vasca tiene planteadas en este momento: la lucha contra la crisis económica, la profundización en el autogobierno y en la democracia y la búsqueda de la paz", señaló en una nota.

que gobierna en minoría - resultaron castigados: Eusko Alkartasuna, que se presentaba en solitario tras decidir no concurrir con el PNV, ha pasado de siete a dos escaños, y Ezker Batua, de tres a uno. El presidente de EA, Unai Ziarreta, comunicó que dejará el cargo.

El otro ganador fue Aralar, formación independentista y de izquierdas que ha pasado de uno a cuatro escaños y parece haber aglutinado parte del voto de la izquierda 'abertzale', que abogó por el voto nulo tras verse ilegalizada por sus vínculos con ETA.

El coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta, criticó Ley de Partidos por considerar que "ha desfigurado" el parlamento vasco, ya que la suma de votos ofrece una diferencia importante en favor de los partidos "soberanistas", a pesar de que la suma de escaños otorgue la mayoría absoluta a las formaciones "constitucionalistas", en declaraciones recogidas por medios.

Sus cuatro parlamentarios "no apoyarán a un lehendakari de obediencia estatal".