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Zapatero y Rubalcaba consuman la bicefalia

EFE

La proclamación definitiva de Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato socialista para las próximas elecciones generales ha consumado la bicefalia en el PSOE, ya que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pretende seguir siendo secretario general hasta el congreso federal del próximo año.

La temida bicefalia ha estado en boca de todos en el PSOE desde que el pasado 2 de abril Zapatero anunciara que no iba a presentarse a un tercer mandato, pero dejaba claro que seguiría al frente del partido.

Una estrategia que ha sido respaldada en público por toda la plana mayor socialista, que además ha defendido la celebración del próximo congreso ordinario para el año que viene, después de las elecciones generales, como es habitual.

Sin embargo, algunos dirigentes del PSOE, en privado, dudan de la conveniencia de que Zapatero siga al frente de la Secretaría General un año más, máxime ahora que Rubalcaba ya es el candidato oficial y definitivo.

Y es que a partir de ahora, Rubalcaba (ya con despacho propio) y su gente desembarcarán en Ferraz para preparar las elecciones y el PSOE tendrá que estar volcado con él.

Además, no se guarda buen recuerdo de la última bicefalia que hubo en la dirección nacional, con Joaquín Almunia en la Secretaría y Josep Borrell como candidato.

Un año escaso duró aquella duplicidad, y fue incluso necesario que Almunia y Borrell llegaran a un acuerdo de reparto de poder para evitar la celebración de un congreso extraordinario.

Zapatero y Rubalcaba están dispuesto a esforzarse al máximo para evitar llegar a esa situación y ambos han asegurado en las últimas semanas que llevarán bien la cohabitación porque, de hecho, son grandes amigos.

El único que se ha atrevido a pronunciarse en público en contra de la línea oficial ha sido el ex presidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, en cuya opinión el candidato socialista para las próximas elecciones debería ser también el secretario general del partido.

Su idea, respaldada por otros compañeros suyos de partido que prefieren mantener el anonimato, sería adelantar la celebración del 38 congreso para que Rubalcaba se haga también con el control del partido.

No obstante, el mensaje de que no habrá congreso hasta el próximo año está prácticamente instalado entre las filas socialistas, que se dan por satisfechos con una conferencia política prevista para este otoño.

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