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Zelaya regresa a Honduras bajo la protección de Lula

El presidente legítimo se refugia en la embajada brasileña en Tegucigalpa

JUAN CARLOS RIVERA TORRES

Manuel Zelaya, presidente legítimo de Honduras que fue derrocado el 28 de junio en un golpe militar, regresó este lunes a su país y se refugió en la embajada de Brasil en Tegucigalpa a la espera de que el Gobierno golpista abandone el poder.

Sin embargo, la primera respuesta del equipo de Roberto Micheletti, el presidente de facto, ha sido decretar el toque de queda en todo el país, que se iniciará a las 16.00, hora local (22.00 GMT), y concluirá a las 18.00 hora local del martes (00.00 GMT del miércoles)

En una rueda de prensa de urgencia convocada en la sede diplomática brasileña, Zelaya relató que llegó al país 'tras 15 horas de viaje en diferentes transportes. Tuve colaboración pero no puedo contarlo con el fin de que no molesten a nadie. Pido a las Fuerzas Armadas que mantenga la cordura, la gente está desarmada'. Todo indica que esta ayuda procedió de Brasilia y contó con la colaboración y el conocimiento de la Organización de Estados Americanos (OEA). Washington también conocía los detalles del operativo.

En un intento desesperado por frenar la movilización, Micheletti trató de desvirtuar la llegada de Zelaya. Primero negó su presencia en territorio hondureño y después acusó a los medios que difundieron la noticia de practicar 'terrorismo mediático'. Sus días al frente del país parecen contados.

Desde diversos puntos del país comenzaron a salir caravanas de automóviles con destino a la capital para encontrarse con el presidente, quien se encontraba en la mañana de este lunes en la embajada de Brasil y no en la sede de las Naciones Unidas, como en un principio se difundió. El presidente de Honduras agradeció expresamente el papel desempeñado por su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva y el Itamarati, el Ministerio de Asuntos Exteriores del gigante latinoamericano.

'Esperamos que las Fuerzas Armadas no usen armas para venir aquí a interrumpir este diálogo que queremos abrir en el país con organizaciones privadas, políticas y religiosas', declaró Zelaya. En la embajada, el presidente se reunió de nuevo, tras 86 días de exilio, con su mujer, Xiomara Castro.

Pocos minutos después de conocerse la noticia, centenares de personas, la mayoría miembros del Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado, tomaron las calles de las principales ciudades del país. Mientras los ciudadanos se trasladaban a Tegucigalpa, el presidente nuevamente realizaba un llamado a los hondureños para que se concentrasen en la capital con el fin de 'reconstruir la democracia'.

A falta de confirmación oficial, fuentes cercanas a Zelaya informaron de que hoy está prevista la llegada a Tegucigalpa del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y de varias autoridades de la ONU cuyas identidades no fueron reveladas.

El presidente legítimo hondureño destacó las numerosas llamadas telefónicas recibidas desde su llegada a la embajada de Brasil, entre ellas la del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y las de 'jefes de Estado de la UE, y organismos internacionales'.

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