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Andrea Maria Schenkel triunfa en el género con una novela sin detectives

EFE

Sin detectives ni inspectores de policía se presenta la escritora alemana Andrea Maria Schenkel con su primera novela, "Tannöd, el lugar del crimen", una obra que ha vendido en su país 600.000 ejemplares y que abre la Semana Negra de Barcelona.

La novela, publicada por Destino en castellano y Proa en catalán, narra la historia del asesinato de una familia, niños incluidos, en el apartado caserón de los Danner en el pueblo de Tannöd, en el opresivo mundo rural de la Baviera de los años 50, aunque el hecho real en que se basa la autora tuvo lugar en los años 20.

El lector se enfrenta al terrible caso a través de las declaraciones de los vecinos a preguntas de la narradora de la novela, y va descubriendo que los Danner eran una familia que ocultaba secretos silenciados durante largo tiempo.

"No quería hacer una novela de detectives ni de ningún investigador que llevara al lector de la mano", ha confesado hoy en rueda de prensa en Barcelona Schenkel, quien considera que "la figura del detective absorbe de tal manera que incluso el propio autor está en su mano".

Su intención desde un principio era que "la historia se explicara por sí misma a partir de las entrevistas a la gente del pueblo".

Aunque la base sea real, Schenkel ha inventado la casa -"la original fue derruida tres años después del asesinato"- a partir de su casa y de la de su tía, que también tenía un caserón en la Baviera rural, que ella visitaba a menudo en los años sesenta.

Por la manera de afrontar el género y la estructura narrativa, no son pocos los que han visto cierto paralelismo de "Tannöd" con la mítica "A sangre fría", de Truman Capote.

"Hace veinte años que leí la novela de Capote y me impresionó porque es un libro excepcional, por eso es un honor que me comparen con él", ha dicho.

El ambiente detallista y en ocasiones casi naturalista es una argucia estilística: "la descripción de la naturaleza, del ambiente, hace que el lector se sienta más atrapado aún en la historia".

Schenkel no puede evitar sentir cierta conmiseración hacia el asesino: "me parece que es el que tiene un poco de corazón, es una víctima de esa sociedad sin moral" que queda retratada a partir de las intervenciones del alcalde, del reverendo, de comerciantes, de familiares de la sirvienta o de antiguas criadas de la finca.

La autora recuerda que "el 95% de los asesinatos en Alemania son cometidos por alguien de la familia o del entorno más cercano", y por esa razón "se debe ver al asesino dentro de una situación excepcional que explica su comportamiento irracional".

En otro contexto social, añade Schenkel, "la propia sociedad habría puesto freno a la acción inmoral del asesino".

Además del éxito inusitado -"un milagro", dice su editora alemana- de la novela en un año desde su publicación, "Tannöd" se convertirá a partir de marzo en una película de la mano de los productores de la exitosa "La vida de los otros", que dirigirá la cineasta suiza Bettina Oberli.

En noviembre pasado, Schenkel publicó su segunda novela, "Kalteis", en la que continúa con su "visión particular de la novela negra", en este caso ambientada en el Múnich de los años treinta, libro del que ya lleva vendidos en Alemania 300.000 ejemplares.

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