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Hillary Clinton expresa "grave preocupación" por la salud de la periodista Saberí

EFE

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, expresó hoy su "grave preocupación" por la salud de la periodista estadounidenseiraní Roxana Saberí, en huelga de hambre tras haber sido condenada en Irán a ocho años de cárcel.

En una comparecencia ante el Comité de Asignaciones del Senado, Clinton afirmó: "tenemos una grave preocupación sobre la salud y el bienestar de la señorita Saberí".

"Se encuentra muy descontenta y se siente muy rebelde por estar retenida en una situación tan horrible y se encuentra en huelga de hambre", afirmó Clinton, quien instó a las autoridades iraníes a poner inmediatamente en libertad a la reportera, condenada por espionaje, un cargo que Saberí y EE.UU. niegan.

Las autoridades iraníes rechazan que la periodista se haya declarado en huelga de hambre.

Según Clinton, Irán envía constante información contradictoria sobre la situación de Saberí.

"Oímos respuestas contradictorias todo el tiempo, la van a soltar, la van a soltar en dos meses, la van a condenar a ocho años, van a celebrar una apelación", explicó la secretaria de Estado, que consideró que esto "demuestra lo difícil que es tratar con este Gobierno en Irán".

Clinton aseguró a los legisladores que Saberí "desde nuestro punto de vista ha sido retenida de manera arbitraria, sin ningún tipo de transparencia o proceso debido. Hemos instado al Gobierno iraní, tanto directamente como a través de otros emisarios, a que la pongan en libertad".

Saberí, que el domingo cumplió 32 años, fue condenada la semana pasada a ocho años de cárcel por un tribunal revolucionario de Teherán tras un juicio rápido y a puerta cerrada, plagado de contradicciones.

Desde que fuera detenida el pasado 31 de enero, los cargos contra ella han oscilado desde la supuesta compra de una botella de vino, cuyo consumo está penado en Irán, hasta la denuncia por trabajar de forma ilegal al haber expirado su acreditación de prensa.

Finalmente, el 9 de abril, pocos días antes de que se iniciara el juicio, el fiscal segundo Hasan Zare Dehnavi acusó a Saberí de espiar para Estados Unidos.

Nada más conocerse la sentencia, el presidente norteamericano, Barack Obama, expresó su "profunda decepción".

Organizaciones de derechos humanos han denunciado que el caso ha sido politizado, y que se ha convertido en una ficha dentro del nuevo proceso que se ha abierto en las relaciones entre Estados Unidos e Irán.

Obama ha sugerido al régimen de los ayatolá, con el que su país cortó los lazos diplomáticos en 1980, abrir un nuevo capítulo, oferta que ha inquietado a algunos de los sectores más conservadores de Teherán.

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