Las tiendas de toda España colgarán el 1 de julio el cartel de rebajas, después de que lo hicieran la pasada semana las de Madrid y Castilla La Mancha, con descuentos aún mayores de los que han caracterizado las ventas durante todo el año, en un intento de incentivar el consumo en este periodo de crisis.

El objetivo del sector comercial es sacar de forma rápida el almacenaje de las tiendas y obtener al menos la liquidez necesaria para poder hacer frente a los pagos.

Cada persona desembolsará 90 euros de media en el periodo estival, según las estimaciones de la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI), diez menos con respecto a 2008, pese a que se prometen descuentos de hasta el 70 por ciento.

El año pasado, las rebajas movieron 3.300 millones de euros, según datos de la Asociación Empresarial de Comercio Textil y Complementos (Acotex), y los comerciantes confían en que esta campaña al menos iguale a la del año pasado.

Las rebajas, que durarán un máximo de dos meses, pueden suponer un respiro para el pequeño y mediano comercio, que ha perdido 128.000 empleados en el primer cuatrimestre del año, un cuatro por ciento del total de sus trabajadores, como ha declarado Miguel Ángel Fraile, secretario general de la Confederación Española de Comercio.

Fraile ha indicado que la caída de ingresos entre enero y mayo se ha situado entre un 10 y un 12 por ciento con respecto al año pasado. En cuanto al cierre de comercios, la cifra fue de 13.000, un dos por ciento de los aproximadamente 650.000 que hay en España.

No obstante, el responsable de la CEC cree que las rebajas van a ser "muy animadas", porque va a haber gran cantidad de productos a precios muy interesantes y aunque los márgenes van a ser reducidos para los comerciantes, "es una forma de generar ilusión entre los consumidores".

La Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) espera que sean unas rebajas "históricas" en un momento de estancamiento del consumo, en las que se harán "descuentos muy altos de inicio".

El porcentaje de descuento lo decidirá cada comercio "en función de la temporada que ha tenido y sus necesidades de deshacerse" de productos almacenados, pero de partida "ya serán altos".

La situación económica, según fuentes de ANGED, "obligará" a elevar los descuentos hasta el 70 por ciento, sobre todo en los productos textiles, mientras que en el resto de sectores de actividad las rebajas pueden alcanzar el 50 por ciento del precio.

Los comerciantes se muestran seguros de que las ventas este año no llegarán al nivel de veranos anteriores a la crisis, pero sí contribuirán a activar el consumo respecto al primer trimestre del año, periodo en que han caído un 18 por ciento.

Las previsiones de los vendedores apuntan a que en el segundo trimestre de 2009 esa caída de ventas se va a reducir 2 ó 3 puntos porque, aunque el nivel de confianza de los consumidores no se ha recuperado totalmente, sí existe una sensación de que no continúa la misma progresión de desaceleración.

Las constantes ofertas que se han hecho durante los últimos meses son una salida para salvar los negocios, ya que los comerciantes han sufrido un primer trimestre muy complicado, tanto por la caída de ventas como por las dificultades de financiación.

Según la Asociación Empresarial de Comercio Textil y Complementos (Acotex), los comerciantes ofrecerán esta temporada de rebajas los precios más atractivos de su historia para conseguir la liquidez que les falta, ante el descenso de financiación por parte de las entidades bancarias.

Acotex calcula que cada español gastará 85 euros de media en adquirir productos textiles para hombre, mujer, niño y hogar, además de los complementos, cifra similar a los años anteriores.

La fórmula de ahorro para un 31 por ciento de los encuestados es buscar las mayores gangas, mientras que un 23 por ciento alega que huirá de las marcas, según una encuesta realizada por FUCI.

Pese a la crisis, sólo un 32 por ciento de los ciudadanos es previsor y hará una lista de sus necesidades en función de su economía, en un intento de no sobrepasar el presupuesto fijado.

De los consumidores que no piensan aprovechar las ofertas veraniegas, un 82 por ciento aduce que su decisión se debe a la crisis.