El Congreso de los Diputados ha expresado su "completo rechazo" al golpe de Estado en Honduras que se produjo ayer y ha exigido que el presidente depuesto, Manuel Zelaya, recupere sus funciones constitucionales y los militares regresen a los acuartelamientos.

Los portavoces de la Comisión de Asuntos Exteriores de todos los grupos parlamentarios han aprobado por unanimidad un texto de condena del golpe, en el que también han reclamado la inmediata puesta en libertad de todos los servidores públicos retenidos por los militares y de los representantes diplomáticos que "han sufrido igual suerte".

Además, han hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que colabore con el restablecimiento de la normalidad "democrática y constitucional" en la República de Honduras.

La crisis política en Honduras se desencadenó ayer con la destitución de Manuel Zelaya, a quien el Ejército sacó de su casa por la fuerza y lo trasladó a Costa Rica, horas antes del comienzo de una consulta popular que había convocado para reformar la Constitución y que incluía la posibilidad de la reelección presidencial, que la actual Carta Magna hondureña prohíbe.

El Parlamento y el Tribunal Supremo de Honduras habían declarado ilegal la convocatoria de referéndum.

Zelaya ha sido sustituido por Roberto Micheletti, de su mismo partido, que ha sido designado para asumir la presidencia de Honduras durante los seis meses que restan del período de cuatro años para el que Zelaya fue elegido en 2005 y que terminará el 27 de enero de 2010.