Escritor de éxito, Àlex Rovira acaba de ganar junto con su amigo Francesc Miralles el premio de novela Ciudad de Torrevieja, dotado con 360.000 euros, y, sin transición, empieza la promoción de su nuevo libro, "La buena crisis", en el que defiende que un mal momento puede comportar nuevas oportunidades.

Con su bagaje de los últimos años, lo primero que se impone es preguntarle si está muy calificado para dar consejos sobre la crisis, lo que le lleva a contestar, en una entrevista con Efe, que en este título no habla tanto de economía y de dinero "sino de que la crisis, que no es buena en absoluto, tiene una dimensión que te transporta a territorios que sin ella no explorarías nunca".

Publicada por Aguilar en castellano y Pòrtic en catalán, "La buena crisis" completa la trilogía que inició hace unos años con "La buena vida" y "La buena suerte", en las que también incidía en la necesidad de perseverar y de bucear en la conciencia de cada uno para encontrar nuevas oportunidades.

En esta ocasión, el foco lo pone en los cambios de vida, buscando provocar al lector, aunque también su complicidad, con aseveraciones como que el sufrimiento "no es definitivamente malo si puede servir para transformarte".

El libro está conformado por 29 cartas que acaban con una posdata que le sirve a su autor para reforzar las tesis que defiende en cada uno de estos textos. "Quizá deberíamos cuestionarnos a menudo si el niño que fuimos se siente orgulloso del adulto que somos. Este simple ejercicio de reflexión da mucho de sí", es un ejemplo de apostilla de capítulo.

Sin embargo, advierte que no se trata de ningún manual de "autoayuda". "Soy de los que piensa que existe la autoayuda del refrito y los libros que contribuyen al crecimiento personal, que buscan la conversación con el lector. Aquí dejo claro que aunque la crisis comporta sufrimiento y dolor también ofrece posibilidades. No intento vender ninguna moto", precisa.

"No creo en los iluminados -prosigue- sino en los lúcidos, que nunca buscan hacer daño, por muy cínicos que puedan llegar a ser en ocasiones".

Àlex Rovira mantiene que en el libro sus lectores descubrirán que "ni todo está garantizado ni todo se hunde" y agrega que "nunca somos conscientes de lo que somos capaces hasta que la vida nos da una bofetada".

Aboga por cambiar actitudes, especialmente "la de la queja permanente" y afirma, contundente, que en el momento actual "la crisis no es tanto económica como de conciencia".

Otra cuestión recurrente en sus textos es la relacionada con el amor. "Si no existe el amor no tiene sentido la vida", dice, y añade que "este amor tanto lo podemos sentir hacia otras personas como a objetos sin alma".

Asimismo, como en varias de sus obras, apuesta de forma clara por "vivir el presente, por el hoy y el ahora. Nada está garantizado, por tanto, no dejes nada para mañana", argumenta.

Preguntado por sus proyectos de futuro, señala que, además de destinar parte de lo ganado con el premio de Torrevieja a varias de las ONG con las que colabora habitualmente, está preparando una nueva novela con Francesc Miralles -"somos un tándem que funciona muy bien"- y también tiene su energía dedicada a un nuevo ensayo sobre creatividad e innovación.

Nacido en Barcelona hace 40 años, Rovira es, por otra parte, un conferenciante incansable que para los próximos meses ya tiene anotadas en su agenda diferentes localidades de España, Italia, Portugal y Francia, mientras que a mediados del próximo año viajará hasta América y Asia para ofrecer sus conocimientos tanto en economía como en psicología.