El empresario y escritor Fernando Eguidazu cree que "los culebrones de la tele son el equivalente contemporáneo de la novela popular española", un género literario que floreció en España hasta que la televisión lo enterró a finales de los años sesenta y principios de los setenta del siglo XX.

Así lo explica en su amplio y documentado estudio "Del folletín al bolsilibro: 50 años de novela popular española", que ha sido galardonado con el Premio Ignotus al Mejor Libro de Ensayo 2009, dentro de la Hispacon, la convención anual de los géneros fantástico, de terror y ciencia ficción celebrada la semana pasada en Huesca

Eguidazu insistió hoy, en una entrevista con EFE, en la importancia de la novela popular pues recordó: "muchos niños de mi generación, y antes de la mía, aprendieron a leer gracias a ella".

"Yo conocí Malasia gracias a las aventuras de Sandokan y conocí el Caribe, por las del Pirata Negro", recuerda el autor, quien señala que este tipo de obras actuó como "sucedáneo de los viajes" para todos sus lectores.

En los ambientes rurales, donde "a lo mejor sólo había una persona que sabía leer", ésta leía en voz alta para toda la familia, "en unos tiempos en los que la única distracción era la radio, porque fútbol sólo había los domingos y cine, muy poco".

Sherlock Holmes, Rocambole, Nick Carter, Raffles, Fantomas y muchos otros desfilan por este libro, que además incluye una colorida selección de reproducciones de portadas de diversos títulos.

Pero el favorito de Eguidazu es Fu-Manchú pues "se trata del único personaje protagonista que no sólo es malvado sino además mucho más divertido y atractivo que el teórico héroe, que resulta un pelmazo insoportable", afirma.

Eguidazu posee una de las más importantes colecciones privadas de novela popular, género que "disfrutó de sus años dorados en los años 30 y 40".

De los autores españoles, señala apenas dos o tres, ya que "el resto eran bastante malos" y entre ellos cita a José Mallorquí, el creador de "El Coyote".