El cantautor Amancio Prada (Ponferrada, León, 1949), regresa hoy a Segovia para celebrar el 35 aniversario del estreno del Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz, que le inspira desde que contaba con 20 años.

El 9 de abril de 1977, Sábado Santo y fecha de legalización del PCE, Prada estrenó una versión sobre los textos del poeta místico, cuyos restos reposan en Segovia, en una fría iglesia románica de San Juan de los Caballeros.

"Cada vez que canto a San Juan es siempre la primera vez, su poesía se me revela como nueva, resplandece, renace con el canto", señala el músico en una entrevista con Efe.

Volver ahora al mismo escenario donde lo estrenó hace treinta y cinco años y cantarlo además con los niños de la Escolanía de Segovia es "algo extraordinario" para Prada, quien sostiene que en el Cántico existe un pasaje coral, la "respuesta de las criaturas".

De aquel estreno recuerda que hacía un frío secular y le vuelven imágenes como la del anciano guitarrista y dulzainero Agapito Marazuela sentado en primera fila con una estufa de butano a sus pies, o la presencia de otros amigos, como Pablo Lizcano, Alejandro Masó, Pablo Sorozábal o Carmen y Ana Martín Gaite.

Hoy, no pocos de aquellos amigos se fueron ya para siempre, ausencia que Amancio Prada siente y le conmueve su recuerdo, al mismo tiempo que le regocija volver a cantar en el ábside románico el Cántico. "La vida. Vida e morte", sentencia.

Desde aquel estreno se han celebrado cientos y cientos de conciertos con el Cántico, muchos de ellos en espectaculares escenarios, recuerda Amancio, para agregar que es la obra que "más alegrías" le ha dado.

También en tono místico reconoce que la palabra de San Juan le acompaña siempre, "no sólo sus canciones, también sus 'Dichos de luz y amor' que invitan a soltar lastre, a ser pobres de espíritu, a un vivir descalzo".

Y es que el músico berciano es firme a la hora de asegurar que no existe un poeta cuya obra haya inspirado tanto la de otros poetas, pintores y músicos: "En ningún otro como en san Juan se demuestra que la poesía es semilla más que fruto".

Varios lustros después el público no se tendrá que juntar hoy para transmitirse calor, dentro de los conciertos programados en la Semana de Música Sacra por la Fundación Juan de Borbón, porque la antigua iglesia está restaurada y acondicionada.