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Azúcar y abrazos alivian el dolor en recién nacidos

Reuters

Por Rachael Myers Lowe

Mary Poppins tenía razón: unacuchara de azúcar ayuda.

Un nuevo estudio en Brasil sugiere que el azúcar y losabrazos reducen el dolor en los recién nacidos cuando recibenuna inyección, más que el azúcar (dextrosa), el contacto pielcon piel o el cuidado habitual solamente.

El estudio, publicado en Pediatrics, sugiere que pasossimples y económicos tendrían un gran efecto en los reciénnacidos.

En el mayor estudio realizado hasta ahora sobre dolor enlos recién nacidos, un equipo de investigadores en Brasildividieron al azar a 640 bebés en cuatro grupos de analgesia de160 recién nacidos cada uno: un grupo no recibió analgesia ylos otros tres recibieron dextrosa en la lengua, contacto pielcon piel con la madre o dextrosa más contacto con la madre.

Se utilizaron indicadores estandarizados de dolor, como lasexpresiones faciales, la duración del llanto y la frecuenciacardíaca, para medir el nivel de dolor durante y después de lavacunación de rutina.

El equipo ignoraba qué niños recibían dextrosa o aguaazucarada, pero fue imposible no revelar a qué niños lossostenían sus madres. Por eso, el estudio fue parcialmenteciego.

Combinar el contacto piel con piel con una cucharada dedextrosa en la lengua del bebé 2 minutos antes del pinchazoredujo "significativamente" el nivel de dolor con respecto delresto de las técnicas analgésicas o la falta de analgesia.

El recién nacido sano promedio debe pasar por varios ydolorosos procedimientos de rutina antes de abandonar elhospital. Eso incluye: inmunizaciones, extracción de muestrasde sangre e inyecciones intramusculares.

La distracción y otras técnicas para reducir el estrés y eldolor en adultos y en niños no funcionan con los reciénnacidos, según la doctora Diane Holditch-Davis, profesora deDuke University School of Nursing. Por eso, los médicosbuscaron alternativas.

Estudios previos más pequeños habían identificado losbeneficios de 10-30 minutos de contacto piel con piel o de unadosis de agua azucarada por separado.

Holditch-Davis trabaja con la Association of Women'sHealth, Obstetric and Neonatal Nurses (AWHONN) para desarrollary evaluar guías para el cuidado de los bebés. El azúcar más elcontacto materno para aliviar el dolor es un método "muyconservador y razonable" para tranquilizar a los reciénnacidos, dijo por teléfono a Reuters Health.

Su uso, agregó, debería tener un "efecto trivial" en lacarga laboral del personal.

El nuevo estudio halló que sostener al bebé 2 minutos antesy después del uso de una aguja era suficiente, indicóHolditch-Davis. "Eso vuelve a la técnica aún más accesibleporque demanda menos planificación. Se le puede entregar elbebé a la madre durante el tiempo que necesita la enfermerapara preparar la aguja", dijo.

El alivio que se obtiene incluye algo más que contacto pielcon piel, afirmó por e-mail a Reuters Health la doctora RuthGuinsburg, profesora de pediatría de la Universidad Federal deSan Pablo, en Brasil.

Es decir que son las madres, y no otras personas, las quelogran reducir el dolor.

"El contacto y el olor de la madre y el sonido de su ritmocardíaco bloquearían" las señales de dolor al sistema nerviosocentral o activarían la liberación de hormonas analgésicas. Senecesitan nuevos estudios para comprender el mecanismosubyacente de este enfoque analgésico simple y sin fármacos.

En tanto, Guinsburg dijo: "Espero que los resultadosalienten a los neonatólogos, los pediatras y los enfermeros aaplicar estrategias analgésicas sencillas, económicas y nofarmacológicas para reducir el dolor que causan losprocedimientos de rutina en los neonatos saludables".

Y Holditch-Davis coincidió: "Estas estrategias no causandaño ni demandan mucho tiempo. Entonces, ¿por qué nousarlas?".

FUENTE: Pediatrics, diciembre del 2009.

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