El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, comparó ayer al sector eléctrico con un 'banquero', víctima de decisiones políticas que han generado el enorme déficit de tarifa (diferencia entre ingresos y costes regulados del sistema), que ya supera los 24.000 millones de euros, de los que unos 7.000 millones están sin titulizar (convertir en títulos negociables). Las últimas emisiones de déficit se han colocado a intereses superiores al 6%, que ya no pagan las empresas, sino los consumidores a través de la tarifa.

Entretanto, financiar esa 'burbuja' ha costado ya a las grandes eléctricas 1.000 millones, según las cuentas de Galán, que, como su homólogo de Gas Natural, Rafael Villaseca, pidió que todos los generadores, y no sólo las eléctricas tradicionales, financien el agujero. Para acotarlo, pidió que se paralicen las centrales termosolares que actualmente se construyen y que se han librado de la moratoria a las primas renovables decretada por el ministro de Industria, José Manuel Soria. Según Galán, Soria 'no va a ir por el lado' de aplicar una quita al déficit porque la premisa del Ejecutivo es 'gobernar con sentido común, justicia y equidad económica'. En su primera rueda de prensa en Madrid en más de un año, Galán, cosa inédita, no pidió que suba la luz e incluso confió en que baje si se aligeran determinados costes que actualmente se cargan en la factura. El ejecutivo se quejó de que a su sector no se le ha tratado 'con equidad' y destacó que, según sus cuentas, el valor de las primas que cobrarán las renovables en las próximas décadas supera el valor bursátil actual de las eléctricas que operan en España.

Iberdrola, que ha modificado a la baja sus previsiones de beneficio y Ebitda para este año (aunque espera poder mantener el dividendo), ganó 2.805 millones en 2011, un 2,3% menos. Galán cobró unos 7,2 millones: un sueldo de 5,5 millones, más un tercio de un bonus trienal de 1,1 millones de acciones valorado en total, a los precios actuales, en 5 millones.