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Acoso sexual en la pecera

Los machos guppies persiguen a las hembras de otra especie, en extinción, para fecundarlas

SERGIO RODRÍGUEZ

Los guppies abundan en las peceras domésticas; son muy vistosos por sus colores y muy apropiados para la cría doméstica por su tamaño pequeño y bajo precio. Pero estos populares peces, importados de Trinidad desde los años 50 del siglo XX, no están resultando nada simpáticos a otras especies de peces nativas de México, como se muestra en una investigación realizada entre el Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Saint Andrews de Escocia.

Esta especie exótica, no es nativa de estas aguas, tiene muchas similitudes con otra familia de peces de agua dulce que si el natural del Altiplano mexicano y que no existe en ningún otro lugar del mundo: la familia godeide, que cuenta con 36 especies, 18 de las cuales están en peligro de extinción.

Entre ambas especies existen varias similitudes morfológicas y de conducta. Una variedad de ellas, de la familia godeide, la Skiffia bilineata, coexiste con guppies en varios lagos del Altiplano mexicano. Las hembras son increíblemente parecidas a las del guppie. Los machos, para completar la transferencia de esperma a los huevos de la hembra, realizan un cortejo:bailan frente a la hembra, haciendo movimientos en forma de ocho.

El problema llega en la cópula. Así, mientras en la bilineata, la transferencia de esperma se realiza cuando entran en contacto los poros genitales del macho y de la hembra, en los guppies, la transmisión de esperma se realiza a través de un órgano extensor e intromisor, que se llama gonopodio.

El gonopolio tiene unos ganchos, que se supone tienen la función de incrementar las posibilidades de que un macho asegure la paternidad, según la siguiente hipótesis que explica la doctora Valero.

Las formas de apareamiento entre una y otra especie son muy distintas, pero la conducta del cortejo es muy parecida, así que podría haber serios problemas para las hembras nativas si un macho de los guppies intenta clavarle su gonopolio. No se trata sólo de acoso sexual; es, francamente, una agresión.

Si la hembra da indicaciones de que no acepta, el macho nada tras ella, esperando la oportunidad. Y es que los guppies son “máquinas sexuales”, dice la doctora Valero: el 80% del tiempo lo pasan cortejando o intentando copular.

Todavía hay que evaluar en qué porcentaje las hembras, al ser acosadas, se inhiben y evitan a los machos de su especie, lo que traerá consecuencias demográficas negativas. Existen estudios de especies exóticas que acosan a las nativas, pero siempre son similares genéticamente; nunca se había visto con especies lejanas, no emparentadas. “Éste es un caso único”, asegura la doctora Valero. 

Para los ecologistas, la familia godeide es muy interesante de estudiar, no sólo por su carácter de endémica sino también porque se trata de un grupo que evolucionó en relativo aislamiento y se ha diversificado mucho.

“36 especies dentro de un grupo taxonómico es considerable”, explica la doctora Alejandra Valero, una de las investigadoras que participó en la investigación. Todas estas características llevaron al grupo de investigadores escoceses y mexicanos a realizar un estudio de laboratorio para intentar descubrir cómo interactúan en la realidad machos guppies con hembras de la especie bilineata.

“Nos preguntamos, ¿qué pasa si a un macho guppie se le presenta una hembra bilineata? ¿Se confunden e intentan copular? Los resultados fueron muy sorprendentes para nosotros”, explica la experta.

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