El suspense del lanzamiento del trasbordador Atlantis se mantuvo hasta el último momento. Con los problemas técnicos resueltos, sólo el mal tiempo se interponía entre el trasbordador y la Estación Espacial Internacional (EEI). A falta de menos de una hora para el lanzamiento, una tormenta hacía “inaceptables” para el lanzamiento las condiciones climáticas en Cabo Cañaveral (Florida).

En el interior de la nave, con la escafandra puesta, tumbados y amarrados a sus asientos, los siete astronautas —dos europeos— esperaban partir por fin, tras dos meses de retrasos. Finalmente, los nubarrones se despejaron y el Atlantis llegará a la EEI el sábado.

Desde diciembre del año pasado, los fallos en el sistema de medición de combustible habían mantenido en tierra el trasbordador y con él al laboratorio Columbus, la principal aportación de la Agencia Espacial Europea (ESA) a la EEI. Veintitrés años después del comienzo de su construcción el laboratorio, partía por fin. El retraso de este lanzamiento habría complicado los planes de la NASA de lanzar seis trasbordadores este año. El próximo 11 de marzo está previsto que parta hacia la EEI el Endeavour.

Otro lanzamiento
El 8 de marzo está previsto otro lanzamiento que completará un año clave en la presencia de la ESA en la EEI. Ese día despegará desde la Guyana Francesa el carguero espacial Julio Verne.

Con estos dos lanzamientos, la ESA gana autonomía en la EEI. Por un lado, con Columbus, se convierte en copropietaria de la estación y tendrá derecho a tener astronautas trabajando en el espacio de modo permanente. El Julio Verne por su parte proporcionará autonomía en el trasporte de suministros.