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Dos bacterias se funden en contra de la evolución

Campylobacter jejuni y Campylobacter coli se separaron hace más de 100 millones de años; ahora, dan marcha atrás

DANIEL MEDIAVILLA

“Dos que duermen en el mismo colchón se hacen de la misma condición”. Algo parecido a lo que dice el refrán les ha ocurrido a dos especies de bacteria. Se trata de Campylobacter jejuni y Campylobacter coli, conocidas en todo el mundo –aunque pocos conozcan su nombre– por ser las principales causantes de la gastroenteritis en los humanos. En un artículo que aparece esta semana en la revista Science, investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y del University College de Cork (Irlanda) muestran como estas dos especies de bacteria se están fundiendo en una sola, debido a su convivencia en las entrañas de varios animales domésticos, como los pollos o las vacas.

Tanto C. jejuni como C. coli son dos especies que separaron sus caminos evolutivos hace ya muchos millones de años. Según explican los investigadores en su artículo, un 13,5% de los genes encargados de realizar las funciones básicas para el funcionamiento de la célula son distintos entre una y otra. Ese grado de divergencia es similar al de otras bacterias que se separaron hace 120 millones de años.

No obstante, las circunstancias de la vida y la labor domesticadora del hombre les proporcionaron un lugar en el que reencontrarse. Debido a esa estrecha convivencia, el intercambio de material genético entre estas dos especies se aceleró y sus dos distintos genomas están convergiendo ahora en uno.

Al parecer, las bacterias son poco escrupulosas a la hora de intercambiar genes entre ellas, aún cuando pertenecen a grupos no relacionados. Por este motivo, explican los científicos, ha sido complicado desarrollar un concepto de especie coherente para estos organismos.

Tiempo separadas

La separación en diferentes especies requiere de algún tipo de barrera que detenga el flujo genético. Una especie de pájaro podría convertirse en dos, por ejemplo, si dos grupos de esta especie comenzasen a vivir separadas geográficamente y en condiciones distintas. En las bacterias, esto puede suceder si una colonia de una especie se separa de lo que sería la metrópolis bacteriana y queda aislada en un nicho. En la evolución de bacterias, la divergencia podría suceder si una bacteria patógena de un animal se adapta a vivir, por ejemplo, en un humano.

El estudio presentado ayer muestra que la separación en distintas especies, que había tomado millones de años para desarrollarse, puede desaparecer en muy poco tiempo, si dos especies vuelven a vivir en el mismo nicho.

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