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Basura para combatir el cambio climático

Las empresas gestoras de residuos instalan un protocolo para calcular sus emisiones de gases de efecto invernadero

MIGUEL ÁNGEL CRIADO

Cada español genera casi media tonelada de basura al año, y eso sin incluir los residuos industriales. Sin embargo, su adecuado tratamiento y recuperación puede tener un efecto beneficioso para el clima: lo que se recicla no tiene que ser producido ex novo, lo que convierte a los desechos en un arma contra el cambio climático. La gestión de los residuos podría cumplir, por sí sola, con un tercio del objetivo de reducción de emisiones que se ha puesto la Unión Europea para 2020.

Para conseguirlo, antes hay que saber qué emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) se produce en la gestión de los residuos y, de forma indirecta, calcular cuántas se han evitado gracias a la recuperación de materiales. Por eso, la Asociación de Empresas Gestoras de Residuos y Recursos Especiales (Asegre) y la Fundación Biodiversidad presentaron en mayo pasado un protocolo para cuantificar las emisiones del sector. Hoy, la práctica totalidad de las grandes empresas de gestión de residuos ya lo tiene implantado.

'Las empresas podrán a partir de ahora establecer acciones de reducción', dice Luis Palomino, secretario general de Asegre. 'Esta herramienta permitirá a las empresas calcular sus GEI y provocará un aumento del reciclaje', añade. El sector, incluido el tratamiento de aguas residuales, es responsable del 4,7% de las emisiones antropogénicas que están calentando el planeta. Con el protocolo se podrá cuantificar la responsabilidad concreta de cada empresa y línea de gestión, pero también será la base para desvelar lo que aportan a la lucha contra el cambio climático.

La obtención de materiales metálicos originarios exige mucha energía que provoca emisiones. Sin embargo, una tonelada de aluminio recuperada de la basura evita la emisión de entre 7 y 11 toneladas de CO2 equivalente. En el caso del papel, una materia orgánica rica en dióxido de carbono, su recuperación evita la expulsión a la atmósfera de entre 0,6 y 1,3 toneladas de CO2 equivalente.

Con esta racionalización del cálculo también se podrá medir la eficacia de cada uno de los sistemas de tratamiento. Aunque aún habrá que esperar a que haya datos, la aplicación del protocolo, cuyas plantillas están disponibles en la web de Asegre, permitirá saber qué emiten y cuánto evitan. 'Nuestro saldo neto no es positivo, sino muy positivo', asegura Palomino.

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