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El buque de investigación no entrará en la mancha volcánica

La acidez de las aguas obligará a estudiarla desde el exterior. Los vecinos de La Restinga aún no pueden volver a sus casas

NUÑO DOMÍNGUEZ

Los habitantes evacuados de la población de La Restinga no podrán regresar a sus casas por el momento. Así lo decidió ayer el comité de emergencias (Pevolca) que gestiona la erupción submarina en la isla de El Hierro, que decidirá hoy por la tarde si los evacuados pueden volver.

Tras una reunión de varias horas, se decidió reabrir hoy el túnel de Los Roquillos, que conecta el norte y el sur de la isla a 'vehículos de mercancías y de emergencias', informó Juan Manuel Santana, director general de Seguridad y Emergencias del Gobierno Canario. El punto de salida de magma seguía ayer a unos 2,4 kilómetros de la isla y a una profundidad de 150 metros.

La erupción del volcán submarino en El Hierro ha sonado a zafarrancho para los 12 marineros del buque oceanogáfico Ramón Margalef. Sus planes eran pasar en pruebas hasta final de año para comenzar a operar en 2012, pero el jueves recibieron órdenes de prepararse cuanto antes para una misión 'de emergencia'. El buque zarpará cuanto antes hacia El Hierro para intentar localizar los puntos de erupción. 'Vemos todo con cierto vértigo, aún estábamos conociéndonos los unos a los otros', confesó ayer José Ignacio Díez, jefe de flota del Instituto Español de Oceanografía (IEO) al que pertenece la nave.

El Ramón Margalef es el buque de investigación más moderno del IEO, organismo dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación. Lleva a bordo varios instrumentos científicos que permiten estudiar el fondo marino, incluido un robot sumergible capaz de llegar hasta los 2.000 metros de profundidad, según Díez. La nave fue botada el 21 de febrero en Vigo durante un acto que la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, calificó como 'hito histórico'. Pero los responsables de gobernar la nave llevan menos de un mes familiarizándose con este 'laboratorio flotante'. 'Nos entregaron el buque el 23 de septiembre', reconoce Díez. Desde entonces sólo ha realizado 'salidas de 24 horas'. La de El Hierro será su primera misión científica.

La de El Hierro será su primera misión científica del buque

Los investigadores que siguen la evolución de la erupción esperan ansiosos la llegada del buque, ya que, con la ayuda de sus sondas y su robot submarino, podría aportar las primeras medidas precisas sobre a qué profundidad está la boca de lava. Sin embargo, las medidas se realizarán a distancia, ya que el navío no podrá adentrarse en la gran mancha verde que ha provocado la erupción en el mar ni mucho menos llegar al punto donde actualmente bulle el agua debido a la salida de magma. 'No podemos entrar en la zona de la mancha porque el agua caliente y el ph ácido se comería las tuberías', advirtió Díez. Las altas temperaturas también podrían cercenar el cable de 250 metros de largo que conecta al Liropus 2000 con su 'jaula' de descenso. El robot, que cuesta 1,5 millones de euros, sólo puede operar a temperaturas del agua 'normales', de entre menos dos y 35 grados, señaló Díez. Las altas temperaturas ocasionadas por la erupción podrían arruinar para siempre el robot, hecho de aluminio y fibra de carbono. 'No tiene sentido morir en el intento', resumió Díez.

La solución será estudiar la zona de la erupción 'desde fuera', sirviéndose de las 'sondas multihaz'. Estos dispositivos permiten a los científicos registrar cambios bruscos de temperatura y salinidad 'en abanico', es decir, tanto en vertical como en horizontal. El alcance horizontal es tres veces el de la profundidad. 'Si el fondo está a mil metros, podremos llegar a 1.500 metros por cada lado', explicó Díez.

Si todo va según lo previsto, el buque zarpará a las 24.00 horas de hoy hacia Tenerife, donde llegará en algo más de tres días. Allí recogerá a los 11 científicos que llevará a bordo la nave, repondrá combustible y, el sábado a medianoche, saldrá hacia El Hierro, donde podría llegar 'en la mañana del domingo', calculó Díez.

Si todo va según lo previsto, el buque zarpará a las 24.00 horas de hoy hacia Tenerife

La llegada del buque del IEO está rodeada de polémica. Algunos investigadores critican la lentitud a la hora de ponerlo en marcha. 'Lo más importante desde el punto de vista científico sobre este proceso eruptivo submarino, el primero del que se tiene conocimiento en España, se ha perdido para siempre', lamentaba ayer el vulcanólogo Juan Carlos Carracedo, quien, a sus 69 años, dejó hace una semana el puesto de director de la Estación Volcanológica de Canarias. Carracedo lleva '35 años estudiando el vulcanismo de El Hierro' y critica abiertamente la 'imprevisión del comité científico' que está estudiando la erupción y asesorando a las autoridades, cuyas decisiones tacha de 'alocadas'. 'Sabían que habría una erupción submarina, pero no han tomado medidas adecuadas para que llegue el barco. Es un pecado mortal que ha cometido el país ', espetó Carracedo.

Desde el comité de emergencias (Pevolca) que gestiona la crisis en El Hierro echan balones fuera. 'El Gobierno [de Canarias] solicitó los barcos cuando los pidieron los científicos' apuntaron ayer fuentes del Pevolca. La solicitud se hizo el miércoles, 12 de octubre, señalaron. Los responsables del Ramón Margalef recibieron la orden de ponerse en marcha el jueves por parte del director del IEO, Eduardo Balguerías. 'No podíamos llegar antes porque al Ministerio [de Ciencia e Innovación] nadie les encargó que fuéramos antes', aseguró Díez.

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