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Cáncer mama Educar en la autoexploración y mamografías más precisas son clave para prevenir el cáncer de mama

La introducción de técnicas como la mamografía con tomosíntesis y la responsabilidad entre las mujeres adultas en enseñar a las más jóvenes están consiguiendo que aumente el éxito en la prevención para luchar contra esta enfermedad.

Educar en la autoexploración y mamografías más precisas son clave para prevenir el cáncer de mama

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El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente y para luchar contra esta enfermedad cada día toma una mayor importancia la prevención. Por un lado, aún debe aumentar la conciencia entre la población femenina de las herramientas efectivas que tienen a su alcance para hacerle frente: cumplir con los chequeos periódicos para su detección precoz, reconocer los síntomas que pueden delatar su posible existencia y la importancia de la autoexploración.

En este último epígrafe resulta de vital importancia que las mujeres adultas participen en la educación de las más jóvenes en técnicas de autoexploración, aseguran los expertos. "Es necesario que se asimile la importancia de la prevención, que nos permite detectar tumores en fases iniciales", apunta Pedro Aramburo, director de Oncología Médica del Instituto de Técnicas Avanzadas contra el Cáncer (iTAcC). "Sólo de la mano de las pacientes y del conjunto de la población femenina y las asociaciones podemos plantar cara a esta enfermedad desde sus inicios, para lograr vencerla", reconoce por su parte Rodrigo García-Alejo, director de Oncología Radioterápica en este instituto.

Mamografías más precisas

Los avances en investigación y las nuevas tecnologías han desarrollado otros métodos de diagnóstico que llegan a ser más efectivos, como es el caso de la mamografía con tomosíntesis. Se trata de una técnica que consiste en la fusión de dos métodos radiológicos, ya conocidos, como son la mamografía digital 2D y la tomografía. "La tomosíntesis es a la mamografía lo que la tomografía computarizada es a los rayos X”, explica José Luis Pérez Aranda, responsable de la unidad de Patología Mamaria del hospital La Milagrosa.

Con esta tecnología se puede observar la mama en sus tres dimensiones, por lo que, de existir una lesión sospechosa, "es posible saber con precisión su forma, contorno, tamaño, ubicación y extensión dentro de la propia mama", aclara el experto, que añade que además permite "planificar mejor la cirugía o detectar lesiones muy pequeñas y sutiles que muchas veces quedan ocultas con la mamografía digital, sobre todo en las mujeres jóvenes cuyas mamas tienen mucho tejido".

Finalmente, esta técnica evita realizar estudios innecesarios, como nuevas mamografías, cuando se plantean dudas en la imagen. "Esto supone que muchas mujeres deben someterse de nuevo a la prueba, lo que conlleva mucha angustia hasta que se confirma si la lesión es real o no", remarca.

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