Por cada mujer a la que le gustan los videojuegos, hay tres hombres. A pesar de los datos, nadie se había preguntado si existía una base biológica a esta diferencia entre sexos. Ahora, un estudio quiere explicar porqué los chicos se cuelgan más de la videoconsolas.

Investigadores de la Universidad de Stanford (EEUU) creen haber encontrado la respuesta. El profesor Allan Reiss y sus colegas diseñaron un juego que recuerda a una versión primitiva del Tetris.

En la pantalla, aparecía una línea que la dividía en dos mitades iguales. Al comenzar el juego, salían diez bolas de la zona izquierda del monitor. Su objetivo era llegar hasta la línea. Los 22 jóvenes que se sometieron al experimento (11 mujeres y 11 hombres) tenían la misión de impedirlo; debían eliminar las bolas haciendo clic sobre ellas y hacerlas desaparecer. Si conseguían mantener la bola de la raya, ésta se iba moviendo a la derecha, haciendo que el jugador ganara territorio. Si la bola conseguía tocar el muro, éste se desplazaba a la izquierda, estrechando la zona de juego. Los jugadores eran conectados a un aparato de resonancia magnética.

Iguales en destreza

Lo primero que comprobaron los estudiosos es que tanto las chicas como los chicos conseguían golpear el mismo número de bolas. Sin embargo, los chicos ganaron más terreno ya que apuntaban contra las bolas que estaban más cerca de la línea. Reiss explica la diferencia: 'Ellas estaban motivadas por completar el juego. Ellos, mientras, estaban simplemente motivados por tener éxito'.

Tras analizar las imágenes de todo el grupo obtenidas con la resonancia magnética, los investigadores comprobaron que todos los jugadores mostraban una activación destacada en la zona del cerebro que está asociada a las sensaciones de recompensa y adicción. Sin embargo, el cerebro de los chicos registró niveles muy superiores de activación y ésta tenía una correlación con el terreno que habían conquistado.

Los datos del estudio indican que la conquista de territorio en un videojuego se ve más recompensada en los hombres que en las mujeres. Como dice Reiss: 'Se puede decir que los hombres tienden a ser intrínsecamente más territoriales'. El experto añade además: 'No hace falta ser un genio para saber quiénes han sido históricamente los conquistadores y tiranos de nuestra especie, y ellos son los machos'.