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Los ganaderos temen un contagio de los ciervos muertos a las reses

La Junta confirma 42 cadáveres en Zamora, pero la COAG habla de un centenar

DAVID BOLLERO

Los ciervos se mueren en el espacio protegido de la sierra de la Culebra (Zamora) y hasta el momento las autoridades no han podido determinar sus causas. El número de cadáveres encontrados, sin impactos de armas de fuego, se eleva hasta 42, según declaró ayer la consejera de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, María José Ruiz, y la cifra sigue creciendo.

Los dos primeros ciervos muertos aparecieron el pasado 28 de julio en el término municipal de Villadeciervos, temiéndose que fueran víctimas de un brote epidémico, dado que la Consejería de Medio Ambiente ya ha descartado la posibilidad de un envenenamiento. No obstante, los resultados de las necropsias aún no han sido desvelados. Alberto Castro, delegado de la Junta en Zamora, rehusó ayer realizar declaraciones a Público, emplazando a una rueda de prensa en el día de hoy.

Según la COAG, los restos de sangre en la boca apuntan a un virus hemorrágico

Desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) se temen lo peor: un contagio de la enfermedad a la ganadería extensiva. José Manuel Soto, el responsable de Medio Ambiente de la COAG en Zamora, se muestra preocupado: 'Nuestros rebaños de ovejas, cabras y vacas conviven a diario con los ciervos, por lo que no podemos descartar el contagio', dijo. Soto, que se muestra muy crítico con el hermetismo del Gobierno regional, señaló que 'todo indica que se trata de un virus hemorrágico, puesto que los cadáveres encontrados muestran restos de sangre en la boca'.

Soto lamentó que, desde que se detectaran las primeras muertes hace diez días, la consejería no se haya puesto en contacto con la COAG en ningún momento. 'Se está ocultando información; nosotros ciframos ya el número de ciervos muertos en un centenar y en una veintena el de cotos de caza afectados, no dos como se indica desde Medio Ambiente', extendiéndose a la frontera de la localidad sanabresa de Calabor con Portugal. El responsable de la COAG asegura que las autoridades han denegado el acceso a los medios de comunicación a la Reserva Regional de la Sierra de la Culebra, 'señal de que hay algo que no quieren que se sepa'. Entretanto, se retiran los cadáveres y se extrema la precaución ante la aparición de nuevos casos.

El investigador y naturalista Jesús Garzón alertó sobre 'el vacío sanitario en las reservas cinegéticas, descuidando enfermedades como la tuberculosis en jabalíes o la brucelosis en los ciervos, que se extienden cada vez más a la ganadería extensiva'.

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