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Google se mete en el negocio de las telecos

El buscador dará conexión a gran velocidad a 50.000 hogares en Estados Unidos

MIGUEL ÁNGEL CRIADO

Seis días después de que el presidente de Telefónica, César Alierta, dijera que las empresas de Internet deberían pagar por usar sus redes, la más grande de ellas, Google, anuncia que desplegará la suya propia para ofrecer conexión a Internet a alta velocidad.

Más que alta, altísima. El buscador va a ofrecer en varias zonas de EEUU acceso de banda ancha de 1 gigabit por segundo (Gbs), entre 20 y 100 veces más rápido de lo que ofrecen ahora las operadoras de telefonía estadounidenses (la modalidad más extendida en España es la de 6 megabits, Mbs). Google, que cuenta con una extensa red de fibra óptica que conecta sus enormes centros de datos, quiere llevar este canuto hasta la puerta de los hogares, en un país donde dos tecnologías más viejas y lentas (el ADSL y el cable) siguen siendo las mayoritarias.

El plan de Google es probar esta infraestructura de red en unos 50.000 hogares, pero con la posibilidad de extenderlo hasta el medio millón. Las ciudades y pueblos que quieran apuntarse a este servicio, de cuyo coste no se han facilitado detalles salvo un vago 'a un precio competitivo', tienen hasta el 26 de marzo para hacerlo.

Según explicó un portavoz de Google en el blog oficial de la compañía, el ensayo tiene tres objetivos desde el punto de vista técnico. Por un lado quieren investigar el impacto que tendría una red de alta velocidad en el desarrollo de aplicaciones y programas pensados, precisamente, para trabajar sobre infraestructuras de gran capacidad, sin los límites de las redes actuales que comercializan las operadoras.

Quieren también aprender nuevas técnicas de despliegue de una red, su tipología y posibles problemas técnicos que puedan ir surgiendo. Google no es una operadora y no domina este campo. La red WiFi que instaló en Mountain Wiew, la pequeña ciudad californiana donde tiene su sede desde hace años, también se montó con el objetivo de aprender. Este conocimiento podría servir a Google si, en el futuro, se animara a dar acceso a Internet en todo el territorio de EEUU. Por último, quieren comprobar sobre el terreno si su filosofía de crear una red abierta a todos, donde cada ciudadano pueda elegir a su operador, es factible.

Este último punto técnico está relacionado con la posición política mantenida por los principales directivos de la compañía. Además de su habitual defensa de la neutralidad de la Red, Google solicitó al Gobierno de EEUU la liberación del espacio radioeléctrico que iban a dejar las televisiones en su transición a la TDT el año pasado.

Además, en junio de 2009, la Comisión Federal de las Comunicaciones (FCC) de EEUU abrió una consulta pública sobre un plan nacional de despliegue de banda ancha anunciado por el presidente Barack Obama. El buscador sugirió algunas medidas que deberían tomarse. Una era muy concreta: para 2012, todo ciudadano estadounidense debería de poder disfrutar de una conexión mínima de 5 Mbs.

Precisamente, el presidente de la FCC, Julius Genachowski, reaccionó ayer al anuncio que ha realizado Google afirmando que 'una amplia banda ancha crea grandes oportunidades', informa Efe.

De más calado es la posición de Google de que debería ser el Gobierno, con fondos federales, el que desplegara una infraestructura nacional de fibra óptica. Según respondieron a la consulta pública, el 90% del coste de un despliegue así se va en obras (como zanjas, canales a lo largo de las carreteras...). La implicación del Estado liberaría a las operadoras de estas inversiones para concentrarse en la última parte de la línea, la del usuario, como Google va a hacer ahora.

Otra de sus sugerencias al Gobierno también era política: dedicar dinero público a conseguir el acceso por fibra óptica de cada escuela, biblioteca, centro de salud y cualquier otro edificio público para 'impulsar la revolución digital'.

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