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Hawking apadrina un proyecto para buscar vida en otros planetas

El científico ha anunciado, junto al billonario ruso Yuri Milner, la inversión de 100 millones de dólares en un proyecto que permitirá desplegar miles de pequeñas naves espaciales que viajarán y enviarán imágenes de nuestro sistema estelar más cercano.

Yuri Milner y Stephen Hawking. EFE/Andy Rain

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MADRID.- El científico Stephen Hawking y el billonario ruso Yuri Milner han anunciado este martes la inversión de 100 millones de dólares y está respaldado además por el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, en un proyecto que aspira a enviar una pequeña nave más allá que cualquier otro artefacto construido hasta ahora y que permitirá comprender mejor el cosmos, mediante el despliegue de miles de pequeñas naves espaciales que viajarán y enviarán imágenes de nuestro sistema estelar más cercano.

Si el proyecto, denominado Breakthrough Starshot, tiene éxito, los científicos podrán determinar si Alpha Centauri -un sistema estelar situado a una distancia aproximada de 40 billones de kilómetros de distancia, espacio que una nave construida con la tecnología actual tardaría unos 30.000 años en recorrer- contiene algún planeta de características similares a las de la Tierra capaz de albergar vida.

"Los astrónomos creen que hay posibilidades razonables de que un planeta similar a la Tierra orbite en alguna de las estrellas del sistema Alpha Centauri. Sabremos más en las próximas dos décadas gracias a los telescopios que están en tierra y en órbita", señaló Hawking.

La creación de Starshot, anunciado por Hawking este martes -un año después del lanzamiento de Breakthrough Listen-, tendría lugar en unos años, aunque no hay garantía de que funcione con éxito.

"El desarrollo de las últimas dos décadas y los avances futuros hacen que sea posible hacerlo dentro de una generación", afirmó Hawking a la cadena pública británica BBC.

El proyecto depende de la organización privada Breakthrough Foundation, creada por Milner para impulsar diversas iniciativas científicas que los gobiernos y las instituciones públicas consideran demasiado ambiciosas para dedicarles fondos.

El proyecto implicaría el despliegue de pequeños vehículos ligeros propulsados y equipados ​​con cámaras y sistemas de comunicación. El procedimiento consistiría, según explicó el exdirector del Centro de Investigación Ames de la NASA Peter Worden, en lanzar una nave convencional que contenga miles de nanonaves que, a su vez, serían lanzadas posteriormente.

Los científicos esperan poner en órbita pequeñas naves espaciales del tamaño de un microchip, conocidas como 'nanocraft', provistas de una "vela solar", un método de propulsión alternativo al uso de motores.

Gracias al empuje proporcionado por un potente láser desde la Tierra, esas naves diminutas podrían alcanzar el 20% de la velocidad de la luz, según los cálculos del grupo de Worden. "Hace pocos años ni siquiera habría sido posible viajar a una estrella a esa velocidad", señaló Worden.

Worden reconoce el desafío que supone este proyecto, incluida la supervivencia de la nave al lanzamiento y el posterior viaje de 20 años de duración, con los obstáculos que esto conlleva. Si la nanonave alcanza el sistema estelar y tiene éxito en la captura de imágenes, llevaría cuatro años más en enviarlas a la Tierra.

Según Worden, los gobiernos no participarían, probablemente, en esta investigación debido a la naturaleza del proyecto, aunque la tecnología es lo suficientemente prometedora como para que merezca la pena.

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