El ministro de Industria, Miguel Sebastián, reanudará hoy con el PP y CiU los contactos para intentar encarrilar un pacto en materia energética que, a día de hoy, parece improbable. Industria pidió hace un mes propuestas a los grupos y en la mayoría de los casos, no ha tenido respuesta. A la reunión (que irá seguida de encuentros con el resto de grupos) acudirán, previsiblemente, Cristóbal Montoro (PP) y Josep Sánchez Llibre.

Sebastián les explicará, entre otras cuestiones, el mix energético previsto para 2020 y la marcha de la negociación para recortar las subvenciones a las energías renovables. Con la previsible subida de la luz a la vista, en el Gobierno ven muy difícil el pacto.

Industria planteó ayer a los promotores fotovoltaicos un recorte del 30% para las primas que reciben, según las propias patronales. El secretario de Estado de Energía, Pedro Marín (responsable de la negociación) negó a EP que planteara un recorte del 30% 'concretamente'. 'Les hemos pedido que hagan un esfuerzo de pensar, como lo hemos hecho nosotros, y no hemos cerrado nada', afirmó.

Las patronales dicen que Industria les ha dado dos días para responder. No hace falta esperar tanto: dicen que el recorte es 'brutal' y les lleva a la 'ruina'. Además de la bajada del 30% a proyectos en marcha, el Ministerio, aseguran, plantea una rebaja del 45% a las futuras plantas de suelo, del 25% a las grandes instalaciones en tejado y del 5% a las pequeñas de tejado. Además, Industria, según las patronales, quiere limitar las horas de producción fotovoltaica con derecho a subvención.

El sector dice que el recorte del 30% sería 'retroactivo', porque afecta a instalaciones en marcha, y no a las que haya en el futuro, como piden. Industria entiende que sólo hay retroactividad si obliga a devolver primas ya cobradas. El recorte del 30% ahorraría unos 1.000 millones al año en primas. De los 6.214 millones de subvenciones a las renovables de 2009, el 43% correspondió a la fotovoltaica, que produce sólo el 2% de la electricidad.

Los promotores acusan a Sebastián de ceder a las presiones de Unesa, patronal eléctrica, y en especial, a los intereses de Iberdrola y Gas Natural. Dicen que, si se aplica el recorte a plantas en marcha, se perderán 50.000 empleos y la banca deberá quedarse proyectos por importe de 20.000 millones. Los bancos, que en los últimos años financiaron con alegría los huertos (los vendían como productos de inversión) sólo quieren asumir una rebaja de entre el 5% y el 10% para instalaciones existentes.

Por la tarde, los negociadores del ministerio recibieron a la patronal eólica AEE para abordar el recorte de subvenciones a este sector. Las posiciones entre las partes 'han ido avanzando', según fuentes de la negociación.