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Marcoule, una mancha borrosa en el mapa

El centro donde se fabricaron las bombas atómicas francesas sigue envuelto en secreto

ANDRÉS PÉREZ

Busque en Google Earth 'Centre de Marcoule, France'. Le saldrá una dirección inexacta y una imagen en la que lo único que ve el satélite son manchas borrosas. Si fuera por los curiosos de Google Earth, no sería grave. Lo grave es que, ya sea en boca de ministros o en palabras de los propios empleados, el secreto rodea esta instalación, pilar del poderío nuclear civil y militar francés desde 1956. Ni siquiera está claro para los propios empleados dónde están las fronteras interiores exactas entre las zonas militares y las áreas civiles del enorme complejo.

Los dos hornos, en uno de los cuales se produjo ayer la explosión, están en principio en la zona civil, al sur del complejo pegado al río Ródano. El problema es que se hallan muy cerca del Taller de Descontaminación de Materiales.

En el complejo se diluyen las fronteras entre lo civil y lo militar

En él se han hecho desaparecer los residuos y materiales que producían tres reactores (G1, G2 y G3) que durante décadas estuvieron destinados a la producción de plutonio para las bombas nucleares y ahora ya están parados. Sigue funcionando el reactor de experimentación Fénix y otro dedicado a la producción de tritio, un isótopo radiactivo del hidrógeno utilizado en las bombas termonucleares, que es necesario recargar periódicamente a causa de su volatilidad. Los residuos de estos dos últimos reactores siguen siendo tratados en el citado taller de descontaminación.

En los últimos ocho años, la Autoridad de Seguridad Nuclear francesa (ASN) ha amonestado en 12 ocasiones a la empresa de los dos hornos. En 2005 y 2007, las amonestaciones tuvieron que ver con 'no respetar los límites' de actividad radiológica o la masa que los hornos aceptaban a la entrada. Por otra parte, en 2008 y 2011, Socodei-Centraco fue amonestado por defectos en sus sistemas de detección y alarma antiincendios de sus hornos.

La instalación fue multada por exceso radiológico y por fallos de seguridad

Quien pasa por primera vez alrededor del centro de Marcoule siempre se queda impresionado por las rejas, las alambradas militares, la tierra de nadie y los focos de iluminación nocturna. Superada la entrada, la impresión es otra.

Una auténtica colmena de unos 5.000 empleados entra y sale a horarios de despacho de la que es la principal empresa del departamento del Gard (Nimes). En ciertos puntos, apostados de forma permanente, se encuentran efectivos de las fuerzas especiales de la Policía y del Ejército. En los accesos a las zonas militares es donde el desorden y las montañas de desechos son visibles, especialmente en las numerosas y viejas instalaciones nucleares paralizadas para su desmantelamiento.

El desmantelamiento se ha hecho sólo parcialmente y no hay datos oficiales

El complejo de Marcoule pertenece a la entidad estatal Comisariado de la Energía Atómica y de las Energías Alternativas (CEA). Su socio es la firma Areva (también pública). Así, la Dirección de Aplicaciones Militares del CEA es reina y señora del complejo, que es el segundo centro nuclear militar más importante de Francia, tras el de Valduc, en la Borgoña.

Buena señal del imperio del secreto fue lo ocurrido en 2008. El presidente de la república, Nicolas Sarkozy, necesitado de éxitos internacionales, anunció el desmantelamiento de la Fábrica de Plutonio 1 (UP1) de Marcoule, cuna mítica de las bombas nucleares francesas. En realidad, según datos de agencias internacionales, sólo un 20% del trabajo de desmantelamiento ha sido efectuado, y precisamente el más fácil. Pese a ello, ninguna comisión oficial o parlamentaria ha podido solicitar información con éxito.

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