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Más de 200 empresas estadounidenses trabajan en el cohete que devolverá a Estados Unidos a la Luna

Aunque con menos alardes que en los años sesenta, la industria estadounidense afronta un auténtico desafío tecnológico para conseguir el retorno de l

OTR / PRESS

Aunque con menos alardes que en los años sesenta, la industria estadounidense afronta un auténtico desafío tecnológico para conseguir el retorno de la bandera de las barras y las estrellas a la Luna. Son miles de trabajadores en más de 200 empresas repartidas por 34 estados de la Unión las que trabajan codo con codo con la NASA en las fases iniciales de la construcción del nuevo cohete Ares, base del Programa 'Constellation' con el que Estados Unidos prevé relanzar la investigación espacial en nuestro satélite y más allá en un plazo de diez años.

'Estas compañías y organizaciones a lo largo de todo el país están proporcionando experiencia crítica en ingeniería, hardware y fabricación y puesta a prueba de materiales con un amplio espectro de servicios de apoyo', explicó Steve Cook, jefe del proyecto Ares en el centro espacial Marshall de la NASA en Huntsville, Alabama. 'Su trabajo nos asegura que, en la próxima década, la NASA lanzará con éxito el Ares I con capacidad de enviar cápsulas a la Estación Espacial Internacional y también enviar de nuevo estadounidenses a la Luna, preparando el camino para nuevos viajes a través del Sistema Solar', dijo Cook.

La primera fase del Ares, de 50 metros de altura, columna vertebral del nuevo sistema de vehículo espacial, está compuesto de un propulsor sólido de cinco segmentos derivado del sistema del cohete del avión espacial 'shuttle', pero combinado y reconfigurado para proporcionar mayor empuje. Capaz de quemar 1,3 millones de libras de combustible en 125 segundos, esta fase del cohete enviará al lanzador a una altitud de 36 millas (57 kilómetros) antes de consumirse. Una vez que los cohetes de la fase superior se activen, la primera fase se desprenderá con paracaidas y podrá ser recuperada en el mar para su análisis y reutilización.

Herencia del programa 'Apollo'

La fase superior del cohete, de 25 metros de altura, está propulsada por dos motores alimentados con oxígeno e hidrógeno liquido. Se trata de una evolución de diseños ya empleados en los cohetes Saturn del programa Apollo. Esta fase operará durante uns 465 segundos, quemando más de 302.200 libras de combustible y llevando el lanzador hasta una altitud de 83 millas (133 kilómetros). A esa altura, el vehículo de exploración Orion, una evolución de la cápsula Apollo, se separará y activará sus propios cohetes para alcanzar el espacio en una órbita baja.

El primer test de vuelo del Ares I está previsto para el próximo año, si bien la primera tripulación no lo utilizará antes de 2015. Las misiones para volver a la Luna se esperan para 2020, a bordo de la versión evolucionada Ares V, capaz de trasnportar a nuestro satélite no sólo el modulo de alunizaje Altair, sino la propia cápsula Orion con capacidad para seis astronautas, y los avituallamientos necesarios para una presencia estable del hombre en la Luna.

'Estamos aorgullosos de mantener el liderazgo de nuestro país en el espacuio', señaló en delcaraciones a la web de la NASA recogidas por otr/press Cook, quien expresó su confianza en que este nuevo programa ayude a estimular la economía y reactivar la pasión de los estadounidenses por la conquista del espacio.

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