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Mesa de juegos para mantener viva la mente

Eldergames alimenta y controla las capacidades cognitivas de los mayores

Miguel Ángel Criado

En el centro de mayores Parque de Galicia, en Alicante, los jubilados pueden pasar el rato con los amigos alrededor de una partida de dominó o a las cartas. Pero también pueden jugar con Eldergames , un prototipo creado por el Instituto Tecnológico del Juguete que pretende mantener sus habilidades cognitivas en plena forma y, al mismo tiempo, detectar de forma temprana el deterioro de alguna capacidad del cerebro.

El aparato, con la forma de una mesa para cuatro personas, ofrece unos 15 juegos diferentes. Algunos son tan populares como el de hacer parejas, pero otros han sido diseñados para Eldergames. Bajo su barniz de entretenimiento, cada juego esconde un pensado sistema para el desarrollo y mantenimiento de diferentes capacidades cognitivas, como la atención, la memoria a corto plazo o la resolución de problemas.

La responsable del proyecto, de carácter europeo y financiado con fondos comunitarios, es Malena Fabregat. Para ella, la reacción de los mayores ante el cacharro ha sido sorprendente. “Tenemos muchos prejuicios sobre la supuesta tecnofobia de los ancianos. Es cierto que llegan asustados por tanta tecnología –y eso que la mayor parte está escondida– pero, al cabo de tres minutos jugando, ya están relajados”, dice.

Mesa multijugador

El prototipo de Eldergames –hay otros dos en centros de mayores del Reino Unido y Noruega– permite el juego en grupo. Tal como está diseñado, aunque se esté jugando a lo mismo, el nivel de dificultad se adapta a cada participante. “La mayoría de los juegos son nuevos y están muy pensados”, explica Fabregat. Todos tienen una mecánica sencilla aunque, como ocurre con el ajedrez, tienen mucha profundidad y variables, ya que a pesar de que su misión aparente es entretener, su misión real es la mantener vivo el cerebro.

En el diseño de los juegos han participado unos 60 expertos en terapia cognitiva de los tres países y 120 personas mayores aportando sus ideas durante todo el año pasado. Ahora, el sistema está en fase de validación y prueba en los tres centros elegidos.

Eldergames esconde bajo la mesa un complejo sistema de monitorización que vigila el rendimiento mental de cada jugador, realizando informes periódicos para los expertos. “No pretende ser un psicólogo” –aclara Fabregat– “pero estas actividades lúdicas nos ayudan a ver si sus capacidades se mantienen o muestran una línea decreciente”. A partir de aquí, es el psicólogo o médico el que ha de intervenir.

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