El debate sobre cómo conseguir que los partidos políticos trabajen a largo plazo ante el cambio climático se convirtió ayer en una discusión sobre el papel que juega la FAES y su editorial ante la opinión pública. El secretario general del think-tank que cocina las ideas del PP, Jaime García-Legaz, se encontró con los reproches del secretario general de la Fundación Ideas, Carlos Mulas-Granados, y del portavoz de la Fundación Equo, Juan López de Uralde, por la publicación de Planeta azul (no verde), un libro que cuestiona abiertamente la existencia del calentamiento global provocado por el hombre. Los tres debatieron sobre política y ecologismo durante la jornada inaugural del Congreso Nacional de Medio Ambiente.

'Aportar debates desde análisis no rigurosos, como la negación del cambio climático, mina la credibilidad de la FAES, o la de su autor', afirmó Mulas-Granados sobre el ensayo escrito por el actual presidente de la República Checa, Vaclav Klaus.

El antiguo director de Greenpeace, López de Uralde, censuró la publicación de ese libro por parte de la fundación conservadora al asegurar que 'por culpa de mensajes como esos, que se están enviando a la opinión pública, no se produce el cambio'. 'Es una irresponsabilidad. La gente, como escucha mensajes contradictorios, no reclama que se haga algo contra el cambio climático porque no sabe si es cierto. Por eso no avanzamos', añadió.

El secretario general de la FAES, Jaime García-Legaz, se defendió al asegurar que 'publicar [el libro] no es hacerse responsable de sus opiniones' y que únicamente habían decidido hacerlo porque nadie lo había querido publicar hasta ese momento en España. 'También lo hubiéramos publicado si fuera un libro prohibido del comunismo. El tema del cambio climático es lo de menos, lo importante es la publicación', aseguró García-Legaz. El número dos de José María Aznar en la FAES propuso otra justificación para haber editado el volumen negacionista: 'Sabíamos que iba a generar polémica, pero lo hicimos no porque tuviéramos dudas sobre el cambio climático, sino porque nos repugna silenciar un debate'.

García-Legaz justificaba de ese modo la posición de la FAES tras una pregunta directa que le planteó el fundador de Equo: '¿Cuál es la postura de FAES ante el cambio climático? ¿Existe, no existe, es cosa del hombre?'. 'Nosotros firmamos el Protocolo de Kioto cuando Aznar estaba en el Gobierno; muy sospechosos no parece que seamos', respondía García-Legaz. Y añadía: 'El PP tomó decisiones que no eran fáciles, y sufrió innumerables presiones para que no firmara Kioto, sobre todo porque es un partido que se supone más sensible a determinadas presiones'.

Para terminar, López de Uralde criticó que 'a PP y PSOE les ha interesado lo justito' el tema medioambiental. El responsable de Ideas se defendió al abogar por un pacto de Estado que procure políticas sostenibles que generen empleos verdes. Frente a él, el portavoz de la FAES aseguró que era necesario 'adaptarse a la realidad económica' y que 'solamente se debe apostar por las energías renovables que supongan un menor coste para que la economía siga creciendo'.