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El ser o no ser de la detección de materia oscura en un observatorio italiano

Uno de los grandes enigmas del Universo sigue sin solución, según los últimos experimentos.

La vía Láctea observada con gran detalle por el telescopio espacial Gaia en 2020.
La vía Láctea observada con gran detalle por el telescopio espacial Gaia en 2020. ESA

En su intento por conocer lo que nos rodea, en este caso nada menos que el Universo, los terrícolas llevan años buscando los componentes de la materia oscura, esa materia invisible sin la cual no se entiende lo que ven cuando observan regiones del cosmos como el halo de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Una materia que explicaría la formación y evolución de las galaxias y que constituiría casi el 90% de la total del Universo, siendo el resto la que conocemos y de la que estamos hechos.

Hasta ahora, en todo el mundo solo un equipo de investigadores, situado en Italia, afirma haber detectado las partículas que formarían la materia oscura. El problema es que nadie más lo ha conseguido y el escepticismo de la comunidad astrofísica es prácticamente general. Como en ciencia, lo mismo que en medicina, los resultados negativos son tan importantes como los positivos, ahora un equipo de Corea del Sur que ha intentado duplicar los anuncios del equipo italiano comunica que no ha encontrado nada, lo que puede asestar el golpe final a los casi 20 años de datos del DAMA/Libra. La página web de este experimento que dirige Rita Bernabei la encabeza, desafiante, una cita de Rudyard Kipling sobre cómo resistir cuando se manipula la verdad que uno ha contado. También está en el tema un experimento español, en el Laboratorio Subterráneo de Canfranc, que aprovecha el antiguo túnel ferroviario de Somport.

El Universo está formado por materia oscura, pero aún no se ha encontrado rastro de las partículas que la forman

Las observaciones astronómicas siguen indicando que el Universo está formado en su mayor parte por materia oscura no luminosa e invisible, pero que interacciona gravitatoriamente, señalan los numerosos investigadores que han trabajado en el experimento COSINE en el laboratorio subterráneo de Yangyang en Corea del Sur. Aunque se han propuesto varios tipos de nuevas partículas fundamentales que compondrían esta materia, no se ha encontrado una señal clara de ellas a pesar de los esfuerzos concertados de muchos equipos, recuerdan, con la excepción de DAMA, que está en el laboratorio subterráneo de Gran Sasso. Lo que ha hecho COSINE es diseñar un detector igual al de DAMA e intentar reproducir sus resultados durante más de año y medio. No han conseguido nada, explican en la revista Science Advances.

Los experimentos de este tipo, al igual que los que estudian los neutrinos, tienen que hacerse en lugares protegidos de casi todas las radiaciones, como las cavernas, porque las señales a detectar son muy débiles. Los detectores son aparatos de alta tecnología formados por grandes cristales de una composición especial que se iluminarían cuando una de las misteriosas partículas de materia oscura choca con alguno de los núcleos atómicos.

La discusión sobre la validez de los datos de DAMA es altamente técnica y compleja y es posible que los científicos italianos nunca den su brazo a torcer. De hecho hasta ahora se han negado a hacer públicos los detalles de su análisis de datos para la detección de partículas de materia oscura, fase en la que la comunidad científica cree que se equivocan. Por otra parte, harían falta más años de datos, reconoce COSINE, pero "el área de la física de partículas se debe a sí misma conocer lo que está viendo DAMA", señala su portavoz Reina Maruyama en la revista Science.

Los investigadores italianos son los únicos que supuestamente han encontrado las partículas de materia negra

En Canfranc llevan cuatro años buscando la característica singular de estas partículas supuestamente observada por DAMA, que es el ciclo anual, y en mayo publicaron los resultados de tres años de datos de su experimento, igualmente negativos, en la revista Physical Review. "ANAIS estudia el viento de materia oscura. En su movimiento acompañando al Sol alrededor del centro de la galaxia, la Tierra, y con ella los detectores de ANAIS, suman o restan su velocidad a la del Sol de forma periódica. Si nuestra galaxia tiene una componente de partículas de materia oscura, al movernos a través de ella deberíamos ver cambiar el ritmo de interacción de dichas partículas con nuestros detectores con periodicidad anual a causa del cambio en la velocidad relativa" ha explicado en conCIENCIAS María Luisa Sarsa, codirectora del experimento, quien también reconoce que hacen falta dos años más de datos, que esperan publicar el año que viene para dejar la cuestión zanjada.

Pero una cosa es dejar claro lo que no es y otra enfrentarse constantemente a la frustración de no conseguir resolver uno de los mayores enigmas del Universo (otro es la energía oscura). Por eso ya se han propuesto explicaciones alternativas para las observaciones de la dinámica de los cuerpos celestes y el debate continúa, a pesar de que hace dos años un equipo que midió más de 100 galaxias concluyó que la materia oscura existe. Lo único claro es que, si hay algo ahí fuera, se resiste a ser encontrado.

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