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"No es probable que EEUU ratifique Kioto, y le resultaría difícil cumplirlo"

Secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera peleará esta semana en Poznan por las renovables y un mejor reparto de emisiones para España

MARÍA GARCÍA DE LA FUENTE

Las negociaciones políticas comienzan hoy en la Conferencia de cambio climático de Poznan (Polonia). La secretaria de Estado de Cambio Climático española, Teresa Ribera, defenderá la implicación de los países emergentes como China e India, la creación de una Agencia Internacional de Energías Renovables y la inclusión de factores como las emisiones per cápita y la unidad de producción en la contabilidad de las emisiones y cuotas de reducción por países. El camino hacia el Protocolo de Copenhague se decide en los próximos siete días.

¿Cómo va a terminar España el primer año del Protocolo de Kioto?

España está haciendo los deberes a toda velocidad. Es verdad que nuestro nivel de emisiones está muy por encima del objetivo de Kioto por una mala gestión de la negociación y una mala aplicación de las medidas durante mucho tiempo. Iniciamos los deberes tarde, y en la legislatura anterior se han ido poniendo en marcha muchas medidas y de mayor impacto, que pueden cambiar de manera significativa nuestro patrón energético y de emisiones. Esas medidas empiezan a dar sus frutos, pero el resultado no es inmediato. En 2008 se va a confirmar la tendencia que iniciamos en 2005 de mejora notable de los datos de la intensidad energética, incremento de la eficiencia y consolidación de renovables.

En relación al modelo energético, el Gobierno elabora un plan a 2030. Sin embargo, hay proyectos como la refinería Balboa que parecen contradictorios con ese cambio de modelo.

Hay que diferenciar entre las responsabilidades de las administraciones públicas y el mercado en el que se desarrolla la libertad de empresa. A cualquier promotor privado se le exige y aplica la ley, y va a tener que someterse a la evaluación de impacto ambiental y a las normas específicas de calidad del aire, suelo y agua, y ésa es nuestra función fundamental: el que las instalaciones, nos gusten más o nos gusten menos, cumplan al 100% la norma. Eso es distinto a la acción de Gobierno sobre cuál es el marco general de política energética. El Gobierno no puede entrar en si le gusta más una instalación que otra, pero sí orientar sobre cuál es el marco y la previsión de la oferta y la demanda. Hasta ahora se han primado las renovables, el ahorro y la eficiencia, junto con normas que endurecen y trasladan más al gestor privado la sensación de costes energéticos derivada de los costes ambientales de su actividad.

¿Se logrará cumplir el objetivo del 15% en 2012?
En 2012 cumpliremos el Protocolo de Kioto, y eso nos va a costar más que a los demás, porque el objetivo para España es más ambicioso que para el resto de los países del entorno. Aquí hay una gran apuesta de cambio de modelo. En el futuro debemos estar en la primera fila en ambición y liderazgo en lucha contra el cambio climático, y en cooperación internacional en esta materia.

¿El mayor coste será económico, aparte del esfuerzo?

Este sobreprecio que paga España en los mercados de carbono respecto a los países de nuestro entorno debe ser gestionado inteligentemente, examinando en qué tipo de proyectos cooperamos, y por eso seleccionamos las inversiones que tienen como finalidad cambiar el patrón energético en otros países. El Plan Nacional de Asignación es uno de los más restrictivos de la UE para el sector eléctrico. No hay ningún otro sector que haya recibido una asignación tan limitada como el español, porque las eléctricas están en condiciones de operar en los mercados de carbono como verdaderos motores de inversión. Y eso ha permitido que nuestras empresas eléctricas tengan un conocimiento superior y vayan ganando una ventaja competitiva, en algo que va a ser clave en el Protocolo de Copenhague.

¿Cree que habrá que multar a alguna empresa o industria por no hacer los deberes?

Con carácter general todas han cumplido sus obligaciones, aunque puede haber alguna que no. La cuota española del mercado europeo es una de las que mayores movimientos ha registrado. Ha habido muchos internos, entre empresas españolas, y muchos también, mayor que en otros casos, trayendo derechos de emisión de terceros países.

¿Más que otros países?

Sí. Es una consecuencia de que el Plan Nacional de Asignación es deficitario. Al conjunto del sector industrial se le ha asignado aplicando criterios de eficiencia y se han quedado ligeramente por debajo de lo que tendencialmente les correspondería. Y el sector eléctrico tiene una asignación restrictiva porque podía ser gratuita y el déficit entre lo asignado y lo proyectado operaba como una obligación de compra en los mercados de carbono.

¿Y entonces las empresas optan por hacer los deberes fuera, comprando derechos?

Lo que se ha producido es una reducción de las emisiones en el sector industrial en 2005-2007 por una mejora de la intensidad energética. Y el plan ha operado como un incentivo real para la reducción. Sin embargo, en el sector eléctrico funcionó muy bien mientras el precio de la tonelada de CO2 era elevado y se produjo un ahorro, luego se desmoronó cuando el precio de la tonelada de CO2 cayó por los suelos, y en 2008 de nuevo a medida que la tonelada de CO2 tiene un precio alto, hay un impacto notable en el mix eléctrico.

¿Qué espera de la reunión de Poznan?

Poznan va a estar centrado en los bloques que se decidieron en Bali: cómo nos ponemos de acuerdo en quién tiene que mitigar qué, y de qué modo se puede canalizar la transferencia de tecnología. La cumbre se va a centrar en la distribución de esfuerzos.

El país anfitrión, Polonia, se ha mostrado crítico con el cambio climático. ¿Es una buena tarjeta de visita?

Es un país interesante como anfitrión. Es de un tamaño grande, un nivel de desarrollo industrial por debajo de la media europea, y con aspiraciones de crecer, y responde al perfil de economía en transición. Polonia ha manifestado tener problemas en el paquete europeo de energía y cambio climático, pero no se ha opuesto. Presenta una situación compleja para la transición de su mix energético, en el que el carbón se impone de manera radical, en un plazo de tiempo tan corto. El modo en el que resolvamos un problema como el de Polonia va a ser analizado por otras muchos actores extraeuropeos.

¿Como China?

Por ejemplo. Es probable que haya que combinar un apoyo a la tecnología que favorezca el carbón limpio, un programa que permita plantear algún calendario un tanto más flexible para según qué cuestiones concretas del paquete europeo, pero lo que no podemos aceptar es pensar que un problema nacional, como el de Polonia, es un problema del conjunto de la UE.

¿Qué le diría a Berlusconi?

Yo no veo a Italia saliéndose de la UE. Y en el fondo estas son políticas muy consolidadas, que no van a hacer sino ir a más. No veo fácil que un país de la UE pueda hacer objeción de conciencia en materia de cambio climático.

¿La victoria de Obama mejorará las relaciones con EEUU en cambio climático?

Es la primera vez en mucho tiempo que vamos a una cumbre de cambio climático con un presidente todavía electo, un presidente de EEUU que ha anunciado públicamente su compromiso con el cambio climático. En Poznan quizá no es visible, porque la delegación de EEUU va a estar presidida por la Administración en funciones, pero sí en el futuro más inmediato y en el medio plazo.

¿Un primer paso de Obama podría ser la ratificación del Protocolo de Kioto?

Yo no le he oído decir eso. Creo que estamos ya en período de compromiso y EEUU lo tendría enormemente difícil poder cumplir, en un país que no ha tenido una legislación federal orientada a luchar contra el cambio climático durante ocho años. No me da la impresión de que sea el escenario más probable, más allá de la enorme carga simbólica que podría tener.

Kioto no contempló las emisiones per cápita. ¿España va a seguir peleando por que en Copenhague se incluyan?

Es importante mantener criterios como ése en el largo plazo. Es una cuestión de equidad global. Es una dirección hacia la que hay que ir: nosotros debemos reducir cada vez más nuestras emisiones per cápita y los países en desarrollo deben intentar facilitar una estabilización de sus emisiones per cápita.

¿La energía nuclear va a incluirse como energía limpia no emisora en el Protocolo de Copenhague?

La cuestión es si estamos dispuestos a que la satisfacción de la demanda energética en países emergentes se haga a base de nuclear; cómo reacciona la comunidad internacional cuando los proyectos nucleares para uso civil tiene lugar en unos países o en otros; y si existe uranio en el mundo y capacidad de control internacional. La dimensión de mercado de las renovables es más limitada, pero dando un cierto tiempo, los costes relativos caerán y el rendimiento de instalaciones se disparará, por volumen de mercado. Esto explica que la gran apuesta, coincidente con la de la UE, se centre sobre todo en las renovables.

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