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Nuevas imágenes de una luna condenada

Fobos, uno de los dos satélites de Marte, puede contener abundante agua helada

DANIEL MEDIAVILLA

Fobos, una de las dos lunas de Marte, tiene los días contados. La fuerza gravitatoria del planeta le está haciendo perder altura y en unos pocos millones de años (de 30 a 80) caerá sobre su superficie, o bien se desintegrará, para formar un anillo de escombros, parecido al de Saturno. Entretanto, aún tiene mucho que ofrecer. La sonda Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de la NASA ha tomado las imágenes de mayor calidad de Fobos hasta ahora y en los próximos años el satélite será objeto de estudio y exploración.

El científico Alfred McEwen, uno de los responsables de la sonda, explica: “Fobos tiene mucho interés, porque puede contener mucho hielo y materiales ricos en carbono”. Las nuevas imágenes ayudarán a definir cómo surgió y cómo ha evolucionado. En 2009, Rusia encabezará el estudio del satélite, cuando lance una sonda que tiene previsto aterrizar sobre Fobos y regresar a la Tierra con muestras de su superficie. Otros proyectos aún más ambiciosos plantean que esta luna marciana se convierta en destino para los astronautas, como paso intermedio en la conquista humana de Marte.

De momento, las imágenes de la MRO muestran con gran calidad parte de la historia de Fobos. Como rasgo más destacado se observa el cráter Stickney, con sus nueve kilómetros de diámetro; es el vestigio de un impacto que a punto estuvo de despedazar el satélite, que sólo tiene 22 kilómetros de diámetro. En las paredes del cráter los científicos han podido ver incluso lo que parecen corrimientos de tierra.

En el resto del satélite, probablemente un asteroide perdido atrapado por la gravedad marciana, se observan cadenas de cráteres, fruto de años de bombardeo de un cuerpo que no tiene una atmósfera que lo proteja. Algunos de estos pequeños agujeros pudieron ser provocados por los restos de metralla despedidos tras el impacto de meteoritos contra Marte.
Las nuevas imágenes fueron tomadas por la cámara HiRISE (Experimento Científico de Imagen de Alta Resolución) de la MRO desde una distancia de 5.800 kilómetros.

El interés principal de las sondas espaciales se centraba antes en los planetas, pero en los últimos tiempos, la exploración de los satélites del sistema solar está en auge. Hace pocas semanas, la sonda ‘Cassini’ realizaba una audaz maniobra para realizar un vuelo rasante sobre el satélite de Saturno Encelado —pasó a 50 kilómetros de su superficie— y zambullirse en los geíseres que salen disparados desde su superficie. Este satélite es junto a Io (Júpiter), Tritón (Neptuno) y la Tierra miembro exclusivo de los cuerpos del Sistema Solar con actividad volcánica. En lo que a la búsqueda de vida se refiere, las lunas del Sistema Solar prometen mucho más que sus planetas. Otro satélite de Saturno, Titán, ha sido objeto de numerosos estudios, al tener unas condiciones similares a las que podría tener la Tierra antes de la aparición de la vida. Europa (Júpiter) tiene un océano bajo su superficie.

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