El presidente de EEUU, Barack Obama, prometió un enfoque racional y medidas para transformar las políticas de salud y energías alternativas. En un cambio radical frente a su predecesor, George W. Bush, Obama repitió sus promesas de campaña sobre 'devolver a la ciencia su lugar correcto'. Pero su estrategia en el ámbito científico y de la salud se basa en diferentes planteamientos.

La administración Bush fue criticada por llenar los paneles de asesores científicos con representantes de la industria e ideólogos. La promesa de Obama sugiere el regreso a una política de buscar consejeros informados y no partidarios.

Además, la política contraria al aborto de Bush tuvo una influencia amplia, desde los programas contra el sida en el exterior hasta la investigación del cáncer de pecho en el Instituto Nacional del Cáncer. En este sentido, se espera que Obama revierta una regulación del Departamento de Servicios Humanos y de Salud que apunta a proteger al personal médico y a otros trabajadores sanitarios, que invocan fundamentos de conciencia para negar atención, como por ejemplo servicios contraceptivos.

También está previsto que Obama rápidamente revierta una orden ejecutiva de Bush que ha limitado la investigación con células madre embrionarias. El ex Cirujano General Richard Carmona se quejó de haber estado amordazado en sus intentos de debatir sobre ciencia de células madre y otros asuntos.

Otra de las promesas de Obama es la de 'usar las maravillas de la tecnología para elevar la calidad de la atención médica y reducir su costo'. En su campaña, el presidente de EEUU prometió gastar miles de millones de dólares para promover y facilitar la prescripción y registros electrónicos.

Además, Obama ha sugerido que el Estado puede hacerse cargo de la financiación de energías alternativas. 'Aprovecharemos el sol y los vientos y el suelo para alimentar a nuestros vehículos y hacer funcionar nuestras fábricas', indicó.