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Pequeños pagos como alternativa al P2P

Flattr propone retribuir a los creadores con una tarifa plana

BLANCA SALVATIERRA

El último informe de la Alianza Internacional para la Propiedad Intelectual (IIPA), el lobby de la industria cultural de EEUU, recoge que en España se descargaron 2.000 millones de canciones en 2008 mediante redes P2P. La IIPA asocia esta cifra con los contenidos que se han dejado de vender, y condiciona la mejora de ingresos del mercado a la eliminación de este tipo de descargas. El fundador de The Pirate Bay, el buscador de contenidos que más quebraderos de cabeza ha causado a la industria hasta el momento, está convencido de que se puede lograr un equilibrio entre la retribución a los creadores y la barra libre de descargas. Para lograrlo, Peter Sunde ha decidido crear un modelo de pago alternativo a las entidades de gestión tradicionales, un sistema 'que ayuda a pagar por las cosas que se quieren, a pesar de que se puedan conseguir gratis', explica en su blog.

El resultado se llama Flattr y, aunque no se lanzará hasta finales de marzo, ha recibido buenas críticas en la Red. El vídeo de presentación de Flattr detalla que los beneficios que obtienen los creadores por los trabajos que publican on-line son muy bajos. El estudio de la consultora Jupiter utilizada en el estudio de la IIPA cifra en un 15% los usuarios de Internet que usan redes P2P en Europa para descargar música. Según Sunde, cifras como esta no se deben a que no exista un interés del usuario en pagar, sino a que no se le han facilitado las herramientas adecuadas y justas para hacerlo.

Cuando el sistema se lance de manera definitiva, cada usuario partirá con una bolsa de dinero inicial de al menos dos euros que debe renovar mensualmente. Esta cantidad funciona a modo de tarifa plana y se invertirá en retribuir con micropagos a los creadores de las películas, música, fotografías o textos que incorporen el sistema Flattr.

A esta red Sunde ha añadido un elemento adicional: la valoración de los contenidos. Cada web incluye un contador, un botón que contabiliza los votos de los usuarios de Flattr que han decidido hacer una donación. Esa evaluación es la que mide la popularidad de los archivos y, en consecuencia, reparte los pagos. A final de mes, la bolsa de dinero se reparte entre las valoraciones realizadas, sea el número que sea. Es posible que con esos mismos dos euros de fondo se voten uno o cien contenidos. Sus propietarios recibirán la parte proporcional.

Aunque las fracciones a repartir, dependiendo del número de descargas y votos, sean muy pequeñas, Flattr aspira a tejer una red lo suficientemente grande como para que los creadores reciban una retribución mayor que la que obtienen hoy.

La idea de Sunde no es nueva, pero la popularidad del creador de este servicio ha proyectado grandes esperanzas sobre él. El sistema de pago on-line PayPal, nacido en 1998, es una de las herramientas más utilizadas para enviar donaciones a las web pero, al contrario que Flattr, no nació con el objetivo de retribuir a los autores. Sunde promete un sistema global, con PayPal y otras opciones, aunque aún no ha definido cómo se materializarán estos acuerdos.

El éxito de estos micropagos dependerá tanto del número de páginas que incluyan su botón como de la cantidad de usuarios que suscriban su bolsa. El creador de programas P2P Pablo Soto explica que es probable que los programadores de páginas web lo incorporen de forma inmediata. 'Es algo que, por lo que se ha contado, no molesta y genera dinero para los autores', explica.

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