Público
Público

El planeta conocido más parecido a la Tierra es inhabitable

Kepler-438b no es habitable, según un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Warwick. Los expertos apuntan a que su situación se debe a las enormes cantidades de radiación emitidas por su estrella, la enana roja Kepler-438.

El planeta conocido más parecido a la Tierra es inhabitable. /WARWICK University.

EUROPA PRESS

MADRID.- El planeta más parecido a la Tierra hallado hasta ahora, Kepler-438b, no es habitable, según un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Warwick. Los expertos apuntan a que su situación se debe a las enormes cantidades de radiación emitidas por su estrella, la enana roja Kepler-438.

Los investigadores han señalado que las enormes llamaradas que lanza la estrella se producen cada 100 días y que son unas diez veces más potentes de las más potentes que se han registrado en el Sol. Es decir, su energía es equivalente a la de una explosión de 100.000 millones de megatones de TNT.

El peligro no es tanto la fuerza de la llamarada, sino que está en la eyección de masa coronal (CME) que resulta y que, cuando se acerca al planeta, tiene el poder de ir minando la "capa protectora" de su atmósfera

Este fenómeno actuaría como la actividad solar con la Tierra. Es decir, el peligro no es tanto la fuerza de la llamarada, sino que está en la eyección de masa coronal (CME) que resulta y que, cuando se acerca al planeta, tiene el poder de ir minando la "capa protectora" de su atmósfera.

El investigador principal del trabajo, David Armstrong, ha señalado que, "si el planeta, Kepler-438b, tiene un campo magnético como la Tierra, puede estar protegido de algunos de los efectos". "Sin embargo, si no lo tiene y las llamaradas son lo suficientemente fuertes, podría haber perdido su atmósfera y la radiación que se emite desde la estrella convertiría al planeta en un lugar muy duro para la vida", ha apuntado.

Otra de las investigadoras, Chloe Pugh, ha explicado que las eyecciones de masa coronal son enormes cantidades de plasma de la estrella que viajan hacia el exterior desde el Sol y tienen el potencial de despojar a un planeta como Kepler-438 de su atmósfera, haciéndolo inhabitable, informa la Universidad de Warwick.

"Con poca capa de protección, el planeta también sería objeto de duras emisiones de UV y radiación de rayos X, junto con la radiación de partículas cargadas, todos los cuales son perjudiciales para la vida", ha añadido Pugh. Este estudio ha sido publicado este miércoles en la revista 'Monthly Notices' de la Royal Astronomical Society.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?