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¿Cómo romper la resistencia de las bacterias?

 

Los investigadores buscan nuevos fármacos para luchar contra las infecciones

SERGIO ROSSI

La batalla contra las infecciones bacterianas parece haberse recrudecido en la última década. Las bacterias, organismos con una gran capacidad adaptativa, están aprendiendo a resistir a los nuevos fármacos y, sólo en España, las infecciones adquiridas en el hospital acabaron en 2006 con la vida de 5.600 personas.

Las farmacéuticas están estancadas en este campo. Utilizan fórmulas renovadas pero basadas en modelos conocidos en los que pequeñas moléculas inhiben el crecimiento bacteriano. 'Los nuevos fármacos son transformaciones de viejas fórmulas, pero con cada vez más espectros de actuación. Las bacterias se están volviendo resistentes, hay infecciones a las que los actuales sistemas de inhibición no les afectan', contaba recientemente en Science el director de Microbiología del laboratorio GSK, David Payne.

Por esta razón diferentes grupos en todo el mundo se esfuerzan por desarrollar fármacos más sofisticados e incluso revolucionarios. Es el caso del investigador del Begbroke Science Park (Reino Unido) David Haydon, que trata de atacar al andamio que proporciona la forma y estabilidad a las células bacterianas. De esta forma, al atacar a la propia estructura se detendría la infección, ya que las células son incapaces de proliferar en los diferentes tejidos. Por su parte, el grupo del microbiólogo de la Universidad de Texas David Rasko intenta detener las enzimas que actúan dentro de las células, lo que ralentizaría el crecimiento bacteriano hasta detenerlo.

Otro grupo del Centro de Investigación Biotecnológica de la Universidad de Toyama (Japón) ha analizado el genoma de algunas de las bacterias fuente de enfermedades. 'Así podemos seleccionar los genes responsables de la identificación de los organismos que van a infectar', comenta Tomoshige Hiratsuka, líder del grupo que explica que, por esa vía, se podría crear un antibiótico específico para cada género bacteriano, que 'confundiera' al invasor.

Estas tres nuevas formas de atacar el problema, aunque existen, son todavía muy teóricas. El interés de la industria farmacéutica será vital para su desarrollo.

 

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