Público
Público

Quién te puede tocar y dónde

Las zonas permitidas de contacto físico entre dos individuos reflejan la relación personal entre ambos.

MALEN RUIZ DE ELVIRA

MADRID.- Al final del reciente partido de fútbol entre el Real Madrid y el Paris Saint-Germain, la estrella del Madrid, Cristiano Ronaldo, saludó sonriente en la zona de vestuarios al presidente del equipo contrario, Nasser Al-Khelaifi, que parece que quiere ficharle. Según los cronistas y la grabación de la cortísima escena (Al-Khelaifi estaba dando declaraciones para televisión), Ronaldo le tocó en el hombro y le dio la mano, mientras que el jeque catarí le respondió, también sonriente, con una colleja. Este intercambio, que ha sido muy comentado, refleja lo que han encontrado investigadores finlandeses y británicos sobre las zonas de contacto físico mutuo que los individuos consideran permisibles en general. Están zonas resultan estar mucho más relacionadas con el grado de relación personal y emocional entre dos individuos que con la frecuencia con que se vean.

El contacto físico es una herramienta muy potente para la comunicación de emociones positivas, señalan los investigadores en la revista PNAS. Sin embargo, hasta ahora se desconocía en qué grado el contacto mantiene y establece las relaciones sociales. Los investigadores pidieron a 1.368 personas de cinco países (Finlandia, Francia, Italia, Reino Unido y Rusia) que señalaran las partes del cuerpo que permitirían que les tocasen los miembros de su red social, desde los parientes (padres, hermanos, tíos y primos) y los amigos a los conocidos y, también, los desconocidos.


La topografía obtenida señala que el área total que se permite tocar a cada uno está directamente relacionada con la fuerza del vínculo emocional entre el sujeto y la otra persona, y que varía asimismo ligeramente según sean ambos del mismo sexo o no.
En el caso de Ronaldo y el jeque, si se considera que el grado de relación social es de conocidos más que de amigos, y que ambos son hombres, no se sentirían molestos e incluso les resultaría agradable el contacto, según la investigación, con toques en las manos y brazos, los hombros o la parte superior del torso. Si fueran amigos, estas zonas se extenderían a la cabeza y cara y la parte media de la espalda.

En el caso de desconocidos, las zonas prohibidas aumentan considerablemente y solo se admite generalmente el contacto de las manos y, en menor medida, con los brazos, mientras que a las parejas se les permite tocar todas las partes del cuerpo. Como era de esperar, las zonas sexuales resultan tabú o, al menos, inoportunas para el contacto físico en casi todas las relaciones sociales, excepto entre parejas, hermanas, amigos del mismo sexo y entre madres e hijas.

Por lo demás, las mujeres son más proclives al contacto físico entre ellas que los hombres, pero a los hombres les resulta más agradable que les toquen mujeres, incluso desconocidas, que al revés. Por países, Reino Unido es el menos proclive al contacto físico mientras que Finlandia es el más proclive.

Ronaldo y Laurent Blanc, intercambian saludos cariñosos. EFE

Ronaldo y Laurent Blanc, intercambian saludos cariñosos. EFE


“Los resultados indican que el contacto físico es un medio importante de mantener relaciones sociales. Los mapas corporales de contacto están muy relacionados con el placer que causa. Cuanto mayor es el placer en que nos toquen un área específica del cuerpo, más selectivamente limitamos el acceso”, indica Juulia Suvilehto, de la Universidad Aalto de Finlandia. Se trata, lógicamente, de contactos sociales, que forman parte de la comunicación, no de los que se puedan tener en un vagón atestado del metro o en la consulta de un fisioterapeuta.

El estudio comentado aquí es un paso más en un área de investigación basada sobre todo en las observaciones directas del comportamiento social, tanto en humanos como en primates no humanos, que resulta tener una base universal más biológica que cultural. Sin embargo, sus autores recuerdan que en este caso los datos proceden de países de cultura primordialmente occidental, por lo que se pueden dar pequeñas variaciones en otras culturas.

Los mapas de contacto físico indican que a las mujeres no les resulta especialmente agradable que los desconocidos, hombres y mujeres, le saluden con besos en la cara, a pesar de que sea algo cada vez más común en algunos países, como España. Entre hombres el contacto en la cara con desconocidos simplemente no se acepta. Sin embargo, dar la mano es aceptado por todo el mundo.

Volviendo a Ronaldo y su saludo al jeque catarí, también hubo un guiño por parte del primero, otro tipo de comunicación no verbal que en este caso reforzaría el contacto físico. Antes del partido, Ronaldo también se había llevado una caricia en la cara (un cachete según algunos), del presidente del Madrid, Florentino Pérez, que no pareció hacerle mucha gracia. Saquen sus propias conclusiones.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?